Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

viernes, 11 de diciembre de 2009

Sentirse en la gloria




Siento tu calor. Aun cuando me lo envías desde lejos.
De forma cuasi invisible siento mi sangre sonrojar mi piel y dejar de pensarte es una tarea imposible para mi.
Igual que en las casas del norte, donde los túneles subterraneos emanaban un calor invisible, limpio, sin humos a las paredes por la combustión de la paja, así noto tu calor a pesar de tu ausencia. Noto que me arropas y tus ojos clavados en los míos tienen el poder de despertarme, de abrir todos mis sentidos y mi piel se funde en el calor de los recuerdos.
Tu eres la gloria que da calor a mi vida. Falta poco para que alimentemos juntos el fuego y que el frío de las nieves del invierno quede olvidada tras los muros.
Sigue azuzando el fuego del hogar, pon en marcha la glorieta que llego a ti sin demora.
Ya casi puedo sentir el calor de la gloria.

3 comentarios: