No te quiero querer

Cuando uno quiere pero sabe que no debe porque le es perjudicial en su estima y en su espíritu.
Cuando hay que elegir entre perder la dignidad y seguir soportando desaires gratuitos, o por el contrario, poner las cosas en su sitio y correr el riesgo de hacer naufragar el barco de los sueños.
Cuando las musas abandonan al poeta y no nacen mas poemas, ni canciones en las noches de invierno.
Cuando eso ocurre es que el baile terminó, que los sueños se evaporaron, pues nada que no surja libre y espontáneo del alma merece la pena.
Si hay que luchar por ello, forzar la marcha, significa que está lejos del alcance de las voces que le llaman.
Alejarse en silencio, perder la vista en el horizonte, taponar nuestros oídos para no escuchar los gritos de nuestro corazón.
Cuando se toma conciencia de que algo esta caducado, que se dejó de ser importante y que es inútil prolongar en el tiempo algo que perdió el interés por el sentir de un corazón atormentado, llega el momento de levantar el ancla.