Navidades adelantadas

Algunas veces que otras por circunstancias de la vida, me toca celebrar cumpleaños por adelantado e incluso Navidades por adelantado con alguna persona.

Ayer nos hicimos un primer regalo de Navidad y es que el tiempo apremia, y tengo que decir que fue todo un acierto. Los regalos estupendos son aquellos que se disfrutan, los que siempre van a permanecer en nuestro recuerdo como algo inolvidable aunque no sean materiales y ayer conseguí un nuevo recuerdo feliz para mi memoria.

Vino a Barcelona una obra de teatro estupenda "Seis clases de baile en seis semanas" de Richard Alifieri.

Los intérpretes de excepción. La consagrada Lola Herrera y el estupendo Juanjo Hartero. Un lujo de reparto. Dos actores que con su sola presencia llenan un escenario.

Que puedo decir de ella, todos la conocemos por su brillante trayectoria y su saber hacer. Una actriz con categoría de divina, un icono de nuestro teatro, que con una edad ya interesante sigue interpretando magistralmente y no digamos ya la vitalidad y la elegancia con la que baila.

Juanjo Artero un gran actor que empezó de pequeñito en "Verano Azul" interpretando a Javi y que se hizo muy conocido en la serie policíaca "El comisario". Tiene una larga trayectoria en cine con películas como "Corazón loco" o "Brasil".

No había tenido oportunidad de verlo en directo hasta ayer en la noche y tengo que decir que me cautivó junto a Lola, me permito la licencia de decir que está como un queso ahora que no me leen, jeje.

Ambos llevaron adelante una obra que pasaba del humor, al drama.

Fueron capaces de hacerme reír y también derramé alguna que otra lágrima.

Pero como si todo esto no fuera suficiente, pasaron las dos horas de función bailando distintos estilos suing, vals foxtrot,entre otros y tengo que decir que era una gozada verlos, la maestría de sus pasos, la elegancia de sus ropas, la música tan bien elegida.

Nos encantó la obra y a quien pase por aquí y me lea le recomiendo que no se la pierda.

Sinopsis:

Dos personajes solos, aislados, anti-sociales y llenos de prejuicios se
encuentran a través del baile.

Michael y Lily hacen una pareja imposible. Ella con un pasado
extremadamente conservador, insatisfactorio y repleto de emociones
reprimidas, un pasado de deseos no realizados, y Michael, persona difícil,
defensivo y convencido de que la vida le ha fastidiado. Les separan treinta
años pero en el fondo se parecen mucho a pesar de su diferencia
generacional, social e ideológica. Cuando su mundo se reconvierte en
música y baile, son capaces de olvidar sus diferencias y abrirse y
empezar a conocerse el uno al otro y también así mismos.
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Richard Alfieri ha escrito una obra muy esperanzadora, llena de
humor y franqueza que tiene mucho que decir a un público sea cual sea su
edad. Alfieri sitúa su obra en el sur de los Estados Unidos, pero la esencia de la
obra -la intolerancia y el prejuicio- puede existir en cualquier lugar. Cuando el
lenguaje es físico y está por encima de las palabras, se olvidan las
fronteras.