Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

miércoles, 15 de mayo de 2013

¿y tu que llevas en el bolso?



Con la llegada del buen tiempo cambio mas de zapatos y también de bolso, porque me gusta mucho ir a juego y claro, según la ropa, cambia el color del calzado y también de los accesorios.
Hoy me puse una casaca blanca unos pantalones rojos y unas sandalias a juego y como casi cada día me tocó cambiar todos los objetos de un bolso al otro.  
Iba un poco mal de tiempo porque a una buena amiga no se le ocurrió nada mejor que enviarme wasaps a las 7 de la mañana,  una de esas cadenas de mensajes positivos que tanto me molestan y creo que eso hizo  que me durmiera luego y que  no escuchara el despertador.  Así que volqué  mi bolso sobre la cama para realizar el traspaso rápidamente y  todos mis objetos se desparramaron.
Muchos son de utilidad práctica,  pero otros son puramente simbólicos y perdí unos instantes en revisarlos y recordar la razón del porque llevo objetos tan extraños como un boomerang dentro del bolso.
Salió el foulard de color malva que me regaló mi hija por el día de la madre. Ella eligió ese color porque sabe que espero todo un año para  contemplar las jacarandas, árboles que florecen a finales de mayo en Barcelona. Lo que ella no sabe es el por qué me gustan tanto y qué representan esos árboles en mi vida. Su color es el mismo que el de un amanecer malva que vi a traves de una ventana hace algunos años y que cambiaría toda mi vida.
Tengo un frasquito de perfume  muy asociado a momentos importantes en mi vida. Esos momentos que fueron únicos y que jamás volverán a repetirse, solo que cada vez que aspiro su aroma me traslado a ese instante feliz, es un anclaje a emociones entrañables, donde el perfume se mezclaba con olor a  tabaco y leña quemada. Porque aunque todo está vivo, todo está relacionado y todo cambia, hay sensaciones que permanecen para siempre en nuestro corazón.
Las tijeras son para cortar lo que ya no deseo que permanezca unido a mi.  Cortar papeles, lazos, afectos, todo aquello que de alguna forma me aprisiona o me hace daño y de lo que quiero desligarme.  En ocasiones  solo hay una forma de dejar ir lo que nunca mas tendrá cabida junto a nosotros y aunque nos cueste, solo se consigue cortando cuerdas, aunque sean invisible.
El peine solía llevarlo para peinarme,  cuando alguien a quien quise y quiero se divertía mucho despeinándome. Sujetaba fuertemente mi larga melena jugando para que no me fuera, aunque siempre entre risas y cariño.  Hoy sigue en mi bolso porque el viento no ha dejado de soplar,  a pesar de que el verano llame a la puerta y de que los juegos se hayan terminado.
También llevo siempre unas tiritas, porque cuando me hieren en el corazón, me pego una y me creo que sano.  Es como un placebo que se le da a un niño y cura mentalmente, aunque las cicatrices queden ahí como testimonio del dolor.
Algo que nunca falta en mi bolso es un paquete de pañuelos de papel. Me sueno la nariz varias veces aun sin necesitarlo, pero también en ocasiones, me doy permiso de llorar,  pero solo  un poco, después los arrugo y los tiro a la papelera y sigo mi camino con la sonrisa que me caracteriza, pues no  se puede ir por la vida de llorona, solo lo justo para liberar esa presión que se siente en ocasiones en el estómago.
Como mujer y coqueta tengo un espejito precioso que compré durante unas minivacaciones con mi amiga Mari Cruz.   En ese espejo me miro y pienso que no estoy tan mal,  pero lo mas importante es esa etiqueta que lleva pegada en la que dice "ATREVETE". Cuando me vengo a bajo, o no consigo reunir el valor de tomar decisiones drásticas sobre mi futuro, abro mi espejito mágico, me reconozco en el y gano fuerzas para hacer lo que debo hacer, para enfrentar la vida. No hay nada mejor que recibir el reflejo de uno mismo y poder mirarnos directamente a los ojos.
Seguro que andáis pensando por qué llevo un boomerang en el bolso.  El boomerang me recuerda que todo lo que lanzamos en esta vida, bueno o malo nos viene de vuelta. 
En ocasiones cuando nos agravian, cuando alguien nos daña seriamente, sentimos la tentación de devolver el desastre. El boomerang me dice "tu no eres así", ni te muevas, el tiempo pone todo en su luga y he podido comprobar que es cierto. Y así decidí hace mucho que solo lanzo mi boomerang para agradecer a las personas de mi entorno todo el bien que me hacen que es mucho e  intentar estar a su altura cuando ellos me necesiten.
Y finalmente mi libretita enana, esa donde apunto tantas cosas importantes.  Una frase que escucho en la calle, un sentimiento, una promesa, algo que no quisiera olvidar en toda  mi vida.
Puedo prestaros cualquier objeto de los que mencioné antes cuando lo preciséis, pero lo siento,  mi libretita no está disponible para nadie mas que para mis hijos.  En ella me gustaría encontrar esos  te quieros que salen del corazón y que tanto se necesitan cuando se empieza a caminar por un nuevo camino y el rumbo de nuestra vida cambia drásticamente.
No me queda mas tiempo, tengo que irme corriendo porque no llego a clase. 
Por último algo que no llevo dentro del bolso por su peso, pero que me gustaría que todos conocierais, el libro del Ho'oponopono, pero en suma viene a decir cuatro simples mensajes clave que dan armonía a nuestra vida. Si siempre los tuviéramos presentes el mundo sería un lugar mas feliz.
Esos mensajes vienen recogidos en el video que os dejo a continuación. Adios.


1 comentario:

  1. Lo quemas me ha gustado de ti simepre, es que eres toda una mujer i ante todo eres toda una señora, me gusta que te des a respetar y no seas un petardo como muchas.. que mal entieenden la libertad confundiéndolo con le respeto. Te quiero mucho.
    Joan

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