Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

lunes, 19 de noviembre de 2012

L A R A


Bueno tras un sábado de resaca por fin en casa, de vuelta a la realidad.
Hace 28 años nació una niña casi de milagro, el bebé de la foto.  Su madre padeció de un problema imprevisto cuando la estaba gestando de cinco meses y el especialista que la llevaba, le dijo que debía  abortar para poder continuar haciéndole unas pruebas porque que peligraba su vida.
El ginecólogo que la llevaba le instó a  esperar un mes mas, pues con un embarazo de seis meses el feto tenía  bastantes posibilidades de vivir, y así se hizo afortunadamente.
Nació una niña diminuta por  cesárea y tras su primer aliento de vida pasó a ocupar durante muchos días una pequeña incubadora.
La vimos  salir en su cajita de cristal  camino a una clínica mas especializada en prematuros, quedando la niña en un hospital y la madre en otro.
Fue uno de esos momentos en los que parece que la vida nos golpea, pero en que no hay tiempo de pensamientos negativos, solo de acción.  Llena de cables y con mucho cariño de sus padres y de toda la familia que la visitábamos  tras un cristal todos los días, la niña salió adelante.
Una vez salió del hospital su abuela, mi madre,  cuidó de nieta e hija como siempre hizo con toda su prole, las mejores manos, las mas dedicadas.
Ese año nevó en Barcelona, cosa rara en mi ciudad, pero es que fue un año fuera de lo común por muchos motivos, unos tristes y otros alegres como el nacimiento de Lara.
El pasado jueves la niña en cuestión, mi sobrina cumplió 28 años y ayer sábado se celebró su aniversario en medio de gran algarabía de familiares y amigos,  con una cena y un fin de fiesta discotequero donde se echó el resto.
Es una suerte que esa personita sobreviviera a todos los problemas, porque ha demostrado ser una gran mujer, amante de su familia con hechos y con un carácter positivo poco común.
Una persona que no permite que nadie sujete el lápiz que escribe su vida, mujer a la que admiro profundamente.
Es una bendición contar con el cariño de una persona valiente y entregada y por eso siempre a pesar de todo, de la distancia  la tengo muy presente.  Lo que siempre digo, mi madre consiguió crear una estupenda  familia, una piña,  privilegio  que no tiene cualquiera.
A por el 29 valiente!!. T'estimo.

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