Bajo las olas del mar

Me gustaba salir a caminar por el paseo de la playa en las mañana. El mar tiene un poder relajante y vital sobre mi que hace que vea la vida con colores mas brillantes.
Hoy hace mal tiempo, frío y siento el mar muy lejos.  Es uno de esos días grises, helados y casi negros  en los que todo parece mas grande en la mente de lo que realmente es.
Tengo tanta fe en mis sentimientos que normalmente desoigo las señales, siempre encuentro la excusa, la explicación a cosas que no entiendo y que intento encajar, pero de vez en cuando llega ese dia en el que veo las cosas con mucha claridad a pesar de que aquí brille poco el sol. No me gusta sentirme como me siento en este momento y no quiero dejar de ser yo, ni quiero dejar de sentirme despeinada.
Nuevamente me aborda la desilusión y la injusticia, pero será por pocas horas, me niego.
Da igual donde me encuentre y con quien, sigo estando sola, ahora un poco mas que antes.  Quizás sea que espero demasiado de la vida y de los demás. Quizás leí o me prometieron cuentos de hadas imposibles.
Quizás mañana cambie de idea, quizás luzca el sol o simplemente mañana,  quizás vuelvan a mojar mis pies las aguas del mar. Junto al mar empieza todo.
Hoy vuelvo a necesitarte Aurora, hoy no le encuentro sentido a nada y necesito refugiarme bajo las olas del mar, pero de mi Mediterráneo que es cálido y calmo, no en un mar  del norte frío y rudo, donde se te encoje el alma.