Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

lunes, 29 de octubre de 2012

Amén





“Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastéis viviendo la vida de otro. No os dejéis atrapar por el dogma, que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. 

No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. 
Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición. De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario”.



Este párrafo es de mi profesora de PNL, mi querida Aurora.
De  vez  en cuando me gusta adentrarme en su espacio, para recordar las enseñanzas que tanto bien me hicieron en su día y que al mismo tiempo me han servido para ayudar a otras personas.
A menudo me olvido o prefiero obviar las señales de mi interior,dejando paso a esa fe que tan malas jugadas me gastó en el pasado, pero es algo que voy a tener que remediar.  Atender las señales y hacer lo que me dicta mi instinto, recordando que no soy la comparsa de nadie y que soy muy importante para mi misma.  
Nací sola,  vivo sola con mis emociones y pensamientos y cuando muera estaré sola, por lo tanto mi obligación es cuidarme. Mi obligación está en vivir y no ser detenida en mis relaciones sociales y profesionales por nada, tampoco esperar a decisiones ajenas.
Hoy me siento particularmente mal.  Las señales que recibo son claramente negativas y no me gusta tener esta sensación de dependencia.
A partir de ya, que es mañana todo va a cambiar de color a positivo,  donde la protagonista de mis designios seré única y exclusivamente yo.
Mejor un frenazo a tiempo que tener esa triste  sensación de pérdida de tiempo, de un tiempo que una vez pasa no es recuperable.  Las horas perdidas este fin de semana esperando frente a un televisor, esperando a que pare de nevar ya no puedo recuperarlas, pero si puedo evitar perder ni una sola mas.
No se si me sigues leyendo Aurora, pero hoy he vuelto a tocar ese anclaje que pusiste sobre mi escote en aquellos momentos en los que luchaba por cerrar una puerta a patadas.  En ocasiones las cosas que se lanzan violentamente tienen el efecto retorno, así que la puerta no se cerró y rebotó.  Quizás es el momento  de cerrarla lentamente pero con el pulso firme  para no repetir las mismas estupideces  que la vez anterior.
Lo que vino tras ese intento fue un año maravilloso de experiencias nuevas, nuevas amistades de gente comprometida  con mis mismas inquietudes,  vivencias y proyectos en los que me impliqué  activamente y en los que mis circunstancias actuales no me permiten involucrarme por estar pendiente de  los demás.  Nunca dije que sería fácil, pero hay que perseguir los sueños, ellos no vienen solos a ti.
Desde mañana, o sea hoy,  voy a seguir mi intuición y mi corazón. La rebelde con causa vuelve a caminar, se acabó  la pasividad. Amen.

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