Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

martes, 1 de mayo de 2012

¡Este día yo no trabajo! Por: Milan Mauricio Grušić Ibáñez. Me estoy rascando las pelotas…




Provincia Imperial, Chile, 1 de mayo de 2012.


El libro bíblico del Éxodo dice que Dios entregó a la humanidad las diez reformas laborales mediante su líder sindical Moisés, un hebreo educado como capitalista en Egipto. Moisés liberó a los trabajadores israelitas de la esclavitud de la patronal egipcia y del capitalista Ramsés y los condujo durante 40 años por sinuosos caminos a través del desierto hacia la tierra de Canaán. Se le considera el autor de varios de los primeros libros de la Biblia y del sindicalismo mundial.

La libertad y mejores condiciones laborales dio a los trabajadores israelitas esperanza de conseguir un futuro mejor al que se les exponía por la oligarquía egipcia. Pero la patronal egipcia no estaba dispuesta a ceder ante tan insultante demanda que no hacia mas que enfurecer a la patronal. Dios tuvo que intervenir para hacer entender a la soberbia egipcia que los métodos no eran los correctos y que existían otras formas de economía en las que los seres humanos no tuviesen que ser esclavos.

Diez plagas fueron implementadas por la divinidad a cargo, en esos tiempo, con las que intentaron convencer a los poderosos egipcios, pero la última, la más cruel, fue la que terminó por dar el brazo a torcer de los capitalistas piramídeos. La muerte del primogénito debilitó de sobremanera al gobierno egipcio, otorgándoles la libertad deseada. El empresario Ramsés quiso arrepentirse a último momento, pero el dios de moda lo puso en su lugar.

Siglos posteriores en Grecia, surgieron los esclavos públicos o ilotas, no hay que confundirlos con los esclavos-mercancía que existían y que no eran comunes, propiedad del Estado espartano, formando parte integrante de los bienes rurales. Esta gente estaba adscrita a la tierra, que era propiedad del estado.

Por la estructura administrativa espartana, el número de trabajadores ilotas fue creciendo considerablemente, haciendo que los amos espartanos los trataran mal. Al punto de crear rituales con el fin del exterminio de los obreros ilotas o sencillamente flagelos públicos anuales.

El obrero ilota era utilizado además, como infantería ligera, remeros de trirremes  o despreciados arqueros.

La vida de un trabajador ilota, a pesar de no ser plenamente esclavos sino sirvientes, llegó a un punto crítico produciéndose la segunda rebelión de trabajadores de la historia conocida y relatada

El terremoto que tuvo lugar en Esparta en el año 464 AC, es asociado a la primera y no la última rebelión sindical Ilota. Dentro de los relatos señalan a más de veinte mil espartanos muertos entre las ruinas producidas por el sismo. Esto dio lugar a que los trabajadores ilotas tomasen ventaja para iniciar una revuelta sindical, la rápida reacción del grueso de la policía oligarca espartana hizo demorar las intenciones de los ilotas al punto de mantener la revuelta por diez años y hasta un poco más.

Fue claro, pero no aprendido por los amos, que a mayor brutalidad en contra de la mano de obra, es mayor la agresión en retribución de los que están en la base de la pirámide social hacia los que se encuentran en la cúspide.

La tercera guerra Servil en territorio itálico, fue una de las más grandes rebeliones en tiempos imperiales, encabezada por un sindicalista llamado Espartaco.

En el año 73 AC, durante su permanencia en la escuela de gladiadores, Espartaco ideó y llevó a cabo una rebelión sindical a fin de escapar junto a varios compañeros. Unos 74 hombres, encabezados por Espartaco, Crixo y Enomao (estos dos últimos de sindicatos galos) huyeron de la ciudad armados con todo lo que encontraron. Por el camino hallaron un convoy que transportaba armas de gladiadores y se apoderaron de él, tras lo cual se retiraron al monte Vesubio, desde donde empezaron a llevar a cabo acciones reivindicativas contra las localidades burguesas vecinas. Espartaco estableció un reparto socialista del botín entre todos sus compañeros, lo que le atrajo gran número de seguidores entre los esclavos de las fincas aledañas al volcán.

La sociedad romana basaba su economía en la mano de obra de esclavos y dentro del trato de amos hacia sus esclavos que, por cierto, era muy cruel y despiadado. Los esclavos tenían que estar predispuestos para cumplir diversas funciones, entre las cuales se destacaba el trabajo agrícola y doméstico, en la manufactura de instrumentos bélicos y cotidianos, como también en las labores más depreciables y humillantes de las casas y ciudades. No olvidemos que el trabajo sexual era uno de los más requeridos en esos tiempos. Las mujeres adolescentes y bellas, eran rápidamente disputadas entre los hombres libres que podían pagar por el gusto de contar con esas esclavas entre los sirvientes de sus casas, no olvidando que los muchachos adolescentes también eran requeridos para esas funciones. La frase “tomar por culo” nace en esa época.

El líder sindical Espartaco llegó a formar un gran ejército popular de más de setenta mil compañeros revolucionarios, fabricaron de armas y organizaron de una caballería popular. La idea era liberar a cuanto obrero se pudiese y huir a territorio libre de la opresión patronal romana.

Las constantes victorias de Espartaco y sus hordas populares, llevaron a los romanos a tomar la decisión de encargar al empresario Marco Licinio Craso la aniquilación de todo sindicalismo. Al ver los nulos resultados, el Senado tuvo que llamar a Pompeyo, otro empresario, para que pudiesen acabar con la rebelión sindical esclava.

El castigo fue ejemplar, seis mil sindicalistas fueron crucificados para dar una potente señal al mundo civilizado y barbárico, de que la patronal romana no tendría piedad con quien intentase modificar su orden social, económico y militar. Nunca se identificó el cuerpo del líder sindical Espartaco…

En el año 28 DC, nace un nuevo sindicalista en la Palestina, un tal Jesús. Este obrero, carpintero calificado y de familia de clase media. Inicia una nueva forma de pensamiento centrada en el amor al prójimo. Los oligarcas hebreos y romanos no iban a permitir que nuevamente un pueblo de alzara por las ideas de un revolucionario. Dicho y hecho, los gobernantes y religiosos en el poder mandaron a encarcelar al sindicalista carpintero, donde fue torturado, humillado y crucificado.  No ha sido ni será, el primero ni el último sindicalista hecho desaparecer por los organismos de seguridad de un estado totalitario.

Muhammad, cinco siglos después, tuvo mejor suerte en exponer sus ideas y dejar un legado que hoy en día es compartido por una gran cantidad de naciones en todo el mundo.

Ya terminado el Imperio Romano, los reinos pulularon por Europa manteniendo un sistema económico similar al que existió por milenios en el mundo antiguo. Amos y sirvientes era la forma de mantener la sociedad en la edad media.

Intentos por derribar el autoritarismo en esos tiempos hubo pocos, pero se destaca la República de Cromwell en la que Carlos I de Inglaterra y de Escocia fue ejecutado. Claro que las razones fueron más religiosas que socioeconómicas, pero era la señal de que los monarcas en Europa tenían sus días contados y el hombre libre estaba aprendiendo a desatar sus nudos para transformar al estado al servicio del pueblo y no el pueblo al servicio del estado.

En 1789, el pueblo francés estaba en la llamada Toma de la Bastilla, que dio un nuevo y final inicio del término de las monarquías en Europa y con sus ideas inundaron el mundo civilizado. La Ilustración y la "liberté égalité et fraternité" se convirtieron en el fundamento claro de lo nuevo que vendría a ser considerado piedra angular de nuestra sociedad moderna.

Los siglos XVIII y XIX fueron el puntapié inicial del nacimiento de muchos estados libres en América, coronado con el ejemplo de la liberación de las colonias británicas en el norte de la región y a posterior en el resto del continente. El pueblo quería libertad y no más tiranías.

A fines del siglo XIX principios del siglo XX, la idea no sólo era acabar con las monarquías autoritarias en el mundo occidental, sino además entregar el poder al pueblo trabajador, al pueblo proletario.  No sólo se hablaba de la creación de repúblicas, sino ya se hacia ver el concepto de democracia directa, que los ciudadanos pudieran elegir a sus gobernantes y no sólo a los meros representantes que a posterior elegirían a los  lideres. Era entendible que los trabajadores pidieran su cuota de poder dentro de los estados, ya que eran ellos los que con su trabajo producían para el bienestar de los habitantes de los reinos y nuevas repúblicas.

La revolución de octubre o bolchevique de 1917, no sólo fue el traspaso del poder monárquico hacia una república sino que además fue la asunción al poder del pueblo soberano.

En 1918, con el término de la Primera Guerra Mundial y la abdicación del Kaiser Wilhelm II, los reinos en Europa no volverían a ser lo mismo que en el pasado. Además, con el concepto de trabajadores al poder se estaba produciendo una nueva arista que molestaría por décadas a los nuevos burgueses ricos que pretendían emular a las antiguas noblezas europeas.

El ciudadano común trabajador exigía, más libertad, más derechos, más obligaciones de los estados hacia ellos.

Primero de Mayo. Desde su establecimiento en la mayoría de países por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Es la fiesta por excelencia del movimiento obrero mundial.

La revuelta de Haymarket, fue un hecho histórico que tuvo lugar en Haymarket Square (Chicago, Estados Unidos) el 4 de mayo de 1886 y que fue el punto álgido de una serie de protestas que desde el 1 de mayo se habían producido en respaldo a los obreros en huelga, para reivindicar la jornada laboral de ocho horas. Durante una manifestación pacífica, una persona desconocida lanzó una bomba a la policía que intentaba disolver el acto de forma violenta. Esto desembocó en un juicio, años después calificado de ilegítimo y deliberadamente malintencionado. Había ocho trabajadores anarquistas, donde cinco de ellos fueron condenados a muerte (uno de ellos se suicidó antes de ser ejecutado) y tres fueron recluidos. Fueron denominados Mártires de Chicago por el movimiento obrero.

Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores, era la jornada de 8 horas. El hacer valer la máxima: -ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa-. En este contexto se produjeron varios movimientos. En 1829, se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente, existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias, debía pagar una multa de 25 dólares.

En 1868, el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo la jornada de ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas (aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas entre 14 y 18 horas). Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la Ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento como “indignante e irrespetuoso”, “delirio de lunáticos poco patriotas”, y manifestando que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo”.

La Matanza de la Escuela Santa María de Iquique, fue una masacre cometida en Chile el 21 de diciembre de 1907. En estos eventos, fueron asesinados un número indeterminado de trabajadores del salitre de diversas nacionalidades que se encontraban en huelga general, mientras alojaban en la Escuela Domingo Santa María del puerto de Iquique. Los eventos que configuran los hechos, suceden durante el auge de la producción salitrera en Antofagasta y Tarapacá, bajo los gobiernos parlamentarios. La huelga, provocada por las míseras condiciones de trabajo y explotación de los trabajadores, fue reprimida por medio del indiscriminado uso de la fuerza armada por parte del gobierno del presidente Pedro Montt.

El general Roberto Silva Renard, comandando las unidades militares bajo instrucciones del ministro del interior Rafael Sotomayor Gaete, ordenó reprimir las protestas, matando a los trabajadores junto con sus familias y dando un trato especialmente duro a los sobrevivientes.

Habrían sido asesinados entre 2.200 y 3.600 personas, donde se estima que un alto número no determinado, eran peruanos y bolivianos quienes, a pesar de la llamada de sus cónsules, se negaron a abandonar el movimiento.

El incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York el 25 de marzo de 1911, es el desastre industrial más mortífero en la historia de la ciudad de Nueva York y el cuarto en el número de muertes de un accidente industrial en la historia de los Estados Unidos. El fuego causó la muerte de 146 trabajadoras textiles que murieron por quemaduras provocadas por el fuego, la inhalación de humo, o por derrumbes. La mayoría de las víctimas, eran jóvenes mujeres inmigrantes de origen judío e italiano de entre dieciséis y veintitrés años de edad. La víctima de más edad tenía 48 años y la más joven 14 años.

En la dictadura militar chilena, muchos empresarios prestaron colaboración al gobierno de facto. Ricardo Claro, gran y honorable empresario, utilizó sus cargos barcos cargueros como campo de concentración de sus propios obreros, que a posterior resultaron muertos por militares. Hechos justificados por muchos hoy en día que se encuentran en el poder.

Las dictaduras americanas fueron constantes en oprimir a los trabajadores, al punto del propio exterminio de todo vestigio de sindicalismo. La vida de cientos de miles de trabajadores fueron cobraron por los estados totalitarios, al tratar de impedir cualquier revuelta que pudiese incomodar a los poderosos empresarios, latifundistas y oligarcas de nuestras naciones. Incluso, en la dictadura española de Franco, los trabajadores eran vistos como mano de obra barata, sin derechos y sin poder alguno en el nuevo orden del fascismo internacional pre y post Segunda Guerra Mundial.

Tomando en cuenta que los Sucesos de Vitoria, capital de Álava, ocurrieron en periodos de transición, pocos meses después de la muerte Franco, las autoridades aun mantenía una actitud represora ante todo lo que significase cambios al sistema impuesto en dictadura. Durante una jornada de huelga, la Policía Armada lanzó gases lacrimógenos para desalojar a los trabajadores que estaban reunidos en asamblea, en la iglesia de San Francisco de Asís. La policía disparó contra los que salían de la iglesia huyendo de lo gases. La actuación policial, se saldó con cinco trabajadores  muertos y más de ciento cincuenta heridos de bala.

Hoy en día, gracias a miles de mártires oprimidos por los poderosos, el pueblo posee algo de dignidad. Pero ante la arremetida de los dominantes y la separación de la economía de los estados, los trabajadores se han visto disminuidos en sus logros, dando a los grandes inversioncitas la oportunidad de sobreponerse ante las naciones, con el fin de explotar sus riquezas y a las masas de trabajadores, dejándolos secos y alejados de toda posibilidad de surgir.

Los oligopolios se han convertido en la nueva nobleza, intocables, por encima de los estados y sólo cuestionados por la divinidad.

Hoy es tiempo en enfrentar una nueva revolución de trabajadores, una nueva rebelión de esclavos, un nuevo alzamiento de los que no están en el poder. Ya los políticos no responden ante las necesidades de sus pueblos, sólo actúan ante la necesidad de los poderosos.

Es tiempo de que ahora entendamos que la lucha sindical no nace con una ideología, sino que es parte de la propia naturaleza de los hombres. Un poderoso abusivo y un miserable que intenta revertir las condiciones en las que vive.

Hoy, el mundo produce para alimentar a los más de 18.000.000.000 de individuos y el hambre inunda nuestro planeta. Hoy, la Salud de calidad es para unos pocos que tienen la oportunidad de vivir mucho más que un trabajador. Hoy, la Educación universitaria de donde salen los abogados  y economistas que gobiernan, está cerrada para la clase trabajadora.

La lucha de clases, es algo que no ha abandonado nuestra realidad y se hace cada día más evidente mientras no exista un verdadero poder popular. La situación de los trabajadores seguirá en desmedro de nuestros derechos.

Una generación podrá ser reprimida, y la siguiente sentirá miedo, pero la próxima tendrá inquietudes y la que le sigue de seguro tendrá la fuerza de volver a intentar golpear la mesa.

¿A qué generación perteneces?  Yo sólo sé que estoy hasta los cojones y quiero revelarme.

Poder para los trabajadores, para los pequeños emprendedores, para los profesionales y todo aquel que quiera cambiar este mundo podrido por la especulación y la concentración de la riqueza.

"No le desearía a un perro o a una serpiente, a la criatura más baja y desafortunada de la tierra. No le desearía a ninguno de ellos lo que he sufrido por cosas de las que no soy culpable. Pero mi convicción es que he sufrido por cosas de las que soy culpable. Estoy sufriendo porque soy un radical, y sí soy un radical; he sufrido porque soy italiano, y sí soy italiano... Si me pudieran ejecutar dos veces, y si pudiera renacer dos veces, viviría de nuevo todo lo que ya he vivido".

Las últimas palabras de Bartolomeo Vanzetti en un tribunal estadounidense.

¡Basta de la depredación de la naturaleza!
¡Basta de transnacionales que se llevan nuestros recursos!
¡Basta de los estados que lo permiten!
¡Basta de los militares que supuestamente defienden nuestra soberanía y en verdad defienden la soberanía de las billeteras de los ricos!

Revolución o muerte… vivan los zapateros…!!!


¡Salud y anarquía, y un porrito cada día!

1 comentario:

  1. "Hoy es tiempo en enfrentar una nueva revolución de trabajadores, una nueva rebelión de esclavos, un nuevo alzamiento de los que no están en el poder. Ya los políticos no responden ante las necesidades de sus pueblos, sólo actúan ante la necesidad de los poderosos.

    Es tiempo de que ahora entendamos que la lucha sindical no nace con una ideología, sino que es parte de la propia naturaleza de los hombres. Un poderoso abusivo y un miserable que intenta revertir las condiciones en las que vive."

    Que razón tienes querido Mauri. Aux armes citollens!!!!
    Gracias mi querido niño. Un beso.

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