Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

martes, 21 de febrero de 2012

LA FALTA DE HUMILDAD




Cada uno  de nosotros valora unas determinadas cualidades en los demás,  por eso tenemos gustos diferentes, pero dentro de las preferencias de cada uno, pienso que hay una serie de virtudes  apreciadas por todos.
En mi caso, después de reflexionar sobre vivencias de los últimos días, he llegado a la conclusión de que para mi es muy importante la humildad.
Admiro a las personas bellas, inteligentes, habilidosas, a  cualquiera capaz de desarrollar bien una afición o un trabajo,  pero todas estas cualidades se vienen a bajo si se crecen ante los demás de forma ofensiva, o si pierden la educación o las formas.
En ese momento me da igual cuan valiosos sean, la prepotencia no me gusta en nadie y ante mis ojos empequeñecen sobremanera.
Se puede alardear con temas deportivos, competitivos típicos, que no llevan a ningún lado, mas que a una especie de broma, de apuesta. 
Pero cuando gente que ha nacido con una serie de virtudes ningunea a los demás,  a sus costumbres, a su trabajo, a su condición, a su raza, a su religión, en ese momento se que no les quiero cerca de mi, por hermosos, inteligentes o profesionales que sean.
Valoro  en gran medida la educación, la paciencia, la bondad, la misericordia y sobretodo la humildad y  los afectos.
Apuesto por la calidad de vida, para quienes me rodean y para mi misma y esa calidad se basa en el bienestar interior, porque sin eso, da igual tener una buena casa, o un buen coche, o un buen trabajo, sin paz interior nada tiene sentido.
Siempre admiraré a la gente que tiene el valor y la humildad de reconocer que se ha equivocado y de disculparse si viene al caso, porque todos patinamos y cometemos errores.

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