A veces cuando la noche me aprisiona
suelo sentarme frente a una cabina telefónica
y contemplo las bocas que hablan
para lejanos oídos.
Y cuando el hielo de la soledad
me ha desvenado, los barrenderos moros
canturrean tristemente
y las estrellas ocupan su lugar,
yo acaricio el teléfono
y le susurro sin usar monedas.
-Félix Francisco Casanova-
(el último maldito)
...acaso no se atreve a llamar?...o no tiene quien lo escuche?
ResponderEliminarun abrazo
Quizás no encontraba las palabras adecuadas para hablar, ni la persona adecuada que las escuchara, quizás le faltaba valor, a saber.
ResponderEliminarAlgunos escritores solo saben expresar sus sentimientos a través de la pluma.
Este escritor vivió muy pocos años con una mala calidad de vida y murió en circunstancias poco claras. Su mundo interior era tortuoso aunque lleno de una gran belleza. Es muy particular y único.
Si tienes oportunidad te recomiendo que lo leas. Un beso.
Gracias, no conocía al autor. Indudablemente la imagen de la cabina es bastante solitaria.Besotes.
ResponderEliminarSi tienes oportunidad no dejes de leerlo, no tiene desperdicio.
ResponderEliminarTe dejo el link de otra poesía de Casanova, espero que te guste tanto como a mi.
http://osane1.blogspot.com/2010/05/eres-un-buen-momento-para-morirme.html
Besos