Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

martes, 24 de agosto de 2010

El tiempo en que las sábanas no eran tristes...

Hubo un tiempo en el que las sábanas no eran tristes, ni grises, ni frías.
Hubo un tiempo en el que las sábanas eran de color naranja, verde pistacho y la cubierta estaba sembrada de flores de colores.
Entre las almohadas fluían acordes de una guitarra y de tus labios antiguas canciones de amor que repetías una y otra vez entre besos y risas. La risa y el sexo reordenan las sábanas y las pieles.
No hay nada mejor que reír en la cama, secretear a gritos las emociones que nos provocaba el amor.
Me gustaba repetirte cuanto te amaba, besarte con pasión y ver tu mirada de bosque vidriosa reflejarse en mis ojos.
Estabas seguro de que yo era tuya y yo estaba segura de que tu eras solo mío, mientras nos devorábamos a besos y caricias en el balanceo de unas olas que no nos daban tregua hasta dormirnos de extenuación.
La música de la leña ardiendo nos arrullaba en las mágicas noches en las que tu abrazo me protegía del frío y de los males del mundo y yo me sentía feliz, tranquila, segura...
Pero llegó un crudo invierno y las brillantes flores de la colcha se congelaron hasta desprenderse y en su reverso solo el blanco, tan frío como la nieve.
Las voces y los ruidos acrecentaron la distancia y las olas que antes nos acariciaban, nos llevaron violentamente a islas distantes, incomunicadas.
Hoy escucho tu voz y me suena triste hasta doler.
El poeta vive persiguiendo la tristeza y tu le diste alcance. Las musas tristes inspiran hermosos versos de desamor, pero yo siempre preferí los versos que parían las hadas del bosque, llenos de amor y de ternura.
El exceso de amor llena todo y no deja hueco a la tristeza, a penas a la poesía, porque cuando se es feliz deja de ser necesario escribir, se vive.
Hoy solo nubes grises en el horizonte y una voz que aunque cercana, me suena tristemente triste.



2 comentarios:

  1. Perdón mi atrevimiento, pero ¡como te entiendo!.
    Los que hemos vivido un amor intenso con sábanas de mil colores llenas de flores, y que luego ya marchitaron, sin darle vueltas al porqué...lo entendemos, hasta la tristeza de oir su voz triste, lo entendemos.
    Besotes.

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  2. Gracias Susana, hay cosas que llevan irremediablemente a la tristeza. Lo que pudo haber sido y no fue, lo que era perfecto y se estropeó...
    Un beso grande.

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