Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

lunes, 7 de octubre de 2013

Nuestra playa



De nuevo nos sorprende el amanecer en la playa.
 La magia de sus colores, de su luz, el silencio y  enfrente el susurrar de las olas. 
El sol empieza  a asomar tímidamente tras el espigón del puerto y la oscuridad se viste de mágicos rosas y celestes. En el paseo las luces de los edificios compiten con el sol que empieza a ganarles la partida.
Quizás este sea el último amanecer que presenciemos en la playa,  antes de que lleguen los fríos del invierno, pero sigo pensando que soy una mujer muy afortunada por haber nacido y vivir aquí y  que no hay una ciudad  mejor y mas hermosa en el mundo que mi  Barcelona










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