Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

miércoles, 2 de octubre de 2013

D'ont dream it's over/ Alta marea





La música  atraviesa mi piel como nada en este mundo, al punto de emocionarme y transportarme en el recuerdo a tiempos pasados.
Erase por el 90 o 91,  que en verano llevaba a mi hija que era muy pequeña,  a tomar clases de natación.  Iba junto con otra madre de la escuela que también llevaba a su niña. Por aquel entonces Barcelona y mi zona estaba en plena ebullición de ladrillo, Barcelona entera se estaba transformando felizmente y abriéndose al mar.  Estaban construyendo la Vila Olímpica que serviría de alojamiento a atletas, jueces y organizadores de la Olimpiada del 92..
El club natación Barceloneta se encuentra junto a la playa y para acceder allí, cada día tenía que subir las escaleras de un  puente que pasaba por encima de las obras hasta la playa,  cargando con el carrito de bebés de mi hijo que justo empezaba a gatear.
Aquello era un martirio, subir los peldaños de la escalera del puente, bajarlos y luego a la vuelta la misma operación.
Recuerdo que todos los días renegaba del dichoso puente, energía gastada, porque hay cosas que no está en nuestra mano  resolverlas, pero eso lo aprendí con la edad. 
Las Olimpiadas de Barcelona fueron una maravilla, pero los barceloneses las purgamos bien en todo su proceso.  No cuidaron las barreras arquitectónicas para minusválidos y bebés.
El estrés no se terminaba tras pasar el puente. Llegábamos a la piscina y con bebé en coche,  protestando ya agobiado,  tenía que ayudar a mi hija que era muy pequeña aún a cambiarse, a guardar las cosas, lo normal.
Una vez ya las niñas estaban cambiadas y se iban a la piscina,  Sandra que así se llamaba la otra madre, mi bebé y yo subíamos a la cafetería de la piscina, donde tomábamos un refresco y veíamos la clase de natación a través de la cristalera.
En esta cafetería ponían música y cada día repetían la misma secuencia musical.  Esa hora allí llegó a ser un bálsamo para mi.  La charla con Sandra y otras madres que conocimos era muy gratificante  y poquito a poco fue anidando en mi cabeza una canción de Dyango, que he estado buscando durante años y nunca encontré.
En España, pais de pandereta,  tenemos la triste costumbre de traducir el inglés como nos da la gana.
 Lo hacemos con muchas cosas, con los títulos de las películas,  con las canciones y justo por no tener nada que ver la letra de la canción de Dyango con la original de Crowded House, ni en título ni en contenido no había forma de encontrarla.
Ayer hablaba con mi hija de esta canción, ni recuerdo por qué, ni se como me vino a la memoria, pero hoy he tenido la sorpresa en mi face de que ella me colgara este video, que he buscado durante muchos años, mas de 20.
Aquí dejo ambas versiones, que cada una en su modalidad me parecen maravillosas.  Me siento muy bien.




2 comentarios:

  1. Generalmente el recuerdo de una cancion lo lleva a uno a veces donde hubiera deseado no estar.
    Hace miles de años, abandone mi pueblo y me fui a otro; en dicho pueblo conoci a una muchacha y la corteje y la primera vez que estuve en su casa, ella puso un disco y yo le pedi que repitiese una cancion (me recordaba a la muchacha que deje en mi pueblo) y ella asumio que era nuestra cancion de enamorados y cada vez que llegaba de visita, ella ponia el disco y hacia repetir dos o mas veces la pieza musical que me recordaba a la muchacha que yo amaba.

    Cuando escucho esa cancion, las recuerdo a las dos.

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  2. Es curioso la forma en que percibimos las señales externas, dígase palabras, músicas, imágenes. Esto que me contaste es muy curioso, pero piensa que ellas siempre recordarán esta canción como suya y es que es suya nada mas. Todo está dentro de nuestra mente y es importante en la medida que nosotros deseamos que lo sea.
    La primera vez que vi a mi expareja el cantaba una canción de Pavarotti a grito pelado, pero en mi corazón sonaba otra muy distinta. Nuestras bandas sonoras nada tenían que ver. Todo son percepciones individuales. Gracias Chali, siempre me gusta encontrar tus comentarios.

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