Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

domingo, 3 de junio de 2012

Las mujeres que lideran su vida




El liderazgo femenino no es el registro de las mujeres en cargos de responsabilidad. Elliderazgo femenino es un proceso que se inicia con la toma de conciencia del modelo mental de las mujeres, basado en la sumisión a los estereotipos que les impide poner en valor su talento, desarrollar su proyecto y permitir la emergencia de una cultura diferenciada, la cultura femenina.

Hace más de una década empecé a interesarme por el miedo. Parte de mi actividad consiste en formar a equipos directivos en liderazgo y comunicación y la formación empieza con una reflexión sobre el miedo. Un directivo debe reconocer y gestionar sus miedos y debe también gestionar la organización de manera que los empleados y colaboradores sientan confianza en su liderazgo. El miedo es pues, desde hace años, mi centro de interés porque de la buena o mala gestión del mismo depende el liderazgo. El estudio del miedo me permitió conocer que los miedos en sociedad son de dos tipos: miedo al fracaso y el miedo al rechazo.

Pero no todas las personas tienen la misma relación con estos miedos. Las mujeres forjan su identidad alrededor del miedo al rechazo. Por evitar el rechazo hacen de todo. No buscan el poder, el dinero o el éxito. Buscan complacer, gustar, ser queridas y con ello eliminan su posibilidad de liderazgo. Porque, como ya dijo Macchiavello en su obra El Príncipe, “un dirigente que busque ser amado por todos será un mal dirigente”.


LA CULTURA HUÉSPED.
La fragilidad de las mujeres, el miedo a no ser aceptadas, viene dado por la ubicación social de la mujer como cultura huésped. Las mujeres han construido su identidad a lo largo de la historia en el ámbito privado. Su “feudo” era el hogar y en su papel de madres, hijas y hermanas se creaban los valores y los códigos de conducta de una cultura genuina, la cultura femenina. Pero hace ya varias generaciones que las mujeres han ocupado el espacio público con pleno derecho. Las universidades están llenas de mujeres y son ellas
las que tienen los mejores expedientes, pero el mundo tal como está diseñado, visto y verbalizado es una construcción masculina y es por esto que las mujeres en el ámbito público se comportan con la fragilidad, con la docilidad y con la sumisión de un huésped. Y al igual que un huésped, su gran desventaja es que para mantenerse en ese lugar deben complacer al anfitrión, de lo contrario serán expulsadas y es por ello que acostumbran a impostar su identidad, su voz y su talento para ocupar ese pequeño rincón que la cultura anfitrión les deja, a condición, eso si, de que den servicio y que no pretendan que su talento, su voz y su identidad brillen con luz propia.

EL SÍNDROME DE MARIPILI.
La mayoría de mujeres profesionales cuando hablan en público empiezan su intervención con esta frase, para continuar con una excelente exposición del tema por el que han sido convocadas. Y es que las mujeres, para evitar mostrar su poder por miedo a la hostilidad, piden por anticipado ser perdonadas y piden la indulgencia del público antes de que hayan cometido ningún error. Y así, devaluado, venden su producto.

Los primeros años en que me dedique a la formación en el ámbito universitario observaba cómo mis alumnas al hablar en público lo hacían con mayor dificultad que los varones. Fue entonces cuando apareció la frase: “no seas Maripili”, les decía para llamarles la atención sobre la falta de poder en su voz, sus gestos y sus frases. De ahí salió lo de “el Síndrome de Maripili”, cuando descubrí por qué se presentaban así, infantiles, suaves, dulces y discretas. Era el miedo a no complacer el que saboteaba su puesta en escena.

EL NUEVO PARADIGMA.
Todo el mundo habla del nuevo paradigma. En esa nueva construcción social las mujeres tienen mucho que decir. El viejo modelo que surgió de segmentar razón y emoción, entronizar la razón y sojuzgar la emoción ha mutilado a hombres y mujeres porque el conocimiento es razón y emoción. Así fue en los albores de la cultura y así ha sido reconocido por el mismísimo Einstein. Pero la formulación anglosajona y masculina del conocimiento decidió que solo era ciencia aquello que se podía cuantificar. Ahora, cuando al mundo de los dígitos no les salen los números, se habla de recurrir a la palabra, la narración o la experiencia como factores de conocimiento. Esto no es más que dar permiso a la vida. Una vez emprendido el proceso de autorización, todas y cada una de las mujeres construirán su propia cultura en la vida pública. Así dejaran de tener miedo a no ser queridas, miedo a estar en público, en resumen miedo a ser.

LIDERAZGO FEMENINO Y COACHING APLICADO.
Para hacer carrera directiva hay que conocer las reglas del juego; solo así se puede ser estratégica y liderar proyectos profesionales. Además esta formación, responde a una demanda social, ya que la sociedad y la economía necesitan que emerja el talento femenino y se consiga la paridad también en puestos directivos.

OBJETIVOS DEL PROGRAMA.
Dotar a las mujeres profesionales de los recursos necesarios para identificar su entorno profesional y personal, y ejercitar el comportamiento estratégico que les permitirá elegir y planificar su propio camino.


Extraido del magazine Na en 6 de mayo



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