Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

lunes, 9 de enero de 2012

Manolo y Carmen



Ayer en el FB uno de mis contactos pegó una postal que hablaba sobre cosas que no se compran con dinero.
Recuerdo algunas de ellas:

Con dinero puedes comprar un reloj pero no el tiempo.
Con dinero puedes comprar un médico pero no la salud.
Con dinero puedes comprar una cama pero no el sueño.
Con dinero puedes comprar sexo pero no amor.

Todo esto que son cosas obvias, me hicieron reflexionar un buen rato y casi sin querer volví a pensar en unos tíos míos del pueblo, que no se porque últimamente recuerdo bastante.
Manolo y Carmen.
Tengo un recuerdo casi infantil de ellos, pues solo los veía en verano cuando de pequeña iba a pasar las vacaciones con mi abuela al pueblo.
Guardo su imagen clavada en la memoria. El siempre abrazándola en cualquier lugar y paseando por la calle con su brazo sobre los hombros. Siempre amorosos y debían tener unos cuarenta y pico de años, porque mis primos ya tendrían mas de 12. No eran ningunos adolescentes.
Recuerdo los comentarios familiares, de la envidia sana de ver una pareja tan compenetrada y tan amorosa. Hay cosas en nuestra infancia que nos marcan definitivamente y se quedan en la memoria.
Hace unos 10 años vinieron a Barcelona a la boda de mis sobrinas y ya bastante mayores, seguían igual, siempre juntos, siempre dándose muestras de cariño.
Cuanto me hubiera gustado tener una relación así, sentirme arropada con la mitad de el cariño que se profesan ellos. Supongo que hay relaciones que son únicas e irrepetibles y son poquitas.
Si, ya lo se, que no todo el mundo es cariñoso, ni demuestra sus sentimientos tan abiertamente, con tanta espontaneidad, y que eso no significa que se ame menos, quizás hasta se ama mas, porque se hacen esfuerzos enormes por arreglar lo destruido y se saca paciencia y esperanza de debajo de unas cenizas.
Hay que valorar que lo mejor de regresar, es notar que te esperaban los que querías que lo hicieran.
Todo eso huelga decirlo, se muy bien que el verdadero amor se demuestra con acciones y lo cierto es que se que esas acciones existen. Se demuestra estando al lado de quien amas cuando es indigente, cuando está bien, cuando está enfermo, cuando es Navidad aunque esté en el quinto cuerno, haciendo filigranas para para compartir lo posible con esa persona y sobretodo cuando se decide dejar toda una vida atrás para lanzarse a un proyecto con muchos inconvenientes y un solo motivo para hacerlo que se llama amor. Hay acciones titánicas en ocasiones muy poco valoradas y falta de humildad para pedir perdón o para saber perdonar.
Ese es el verdadero amor, el que no se compra, el que no tiene precio, el que redime y perdona, pero también es necesario recordar a la persona amada que se le quiere y que se le extraña, porque amor sin besos se va y pienso que no, no quiero nada menos de lo que tienen Manolo y Carmen.
Manolo y Carmen son abuelos ya, siguen paseando abrazados por la calle y todavía se dan piquitos importándoles un bledo quien esté delante.
Ojalá que todos tubiéramos esa facultad, la de demostrar con cariños y arrumacos lo mucho que amamos a la otra persona, sería maravilloso.

1 comentario:

  1. Me encantan esas parejas que se les ven así de comprenetrados...

    Creo que las discusiones en pareja son inevitables; pero las hay que tienen muchas cosas en común y eso es muy importante.

    Un beso.

    ResponderEliminar