Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

sábado, 31 de julio de 2010

El Tajo ara és tot meu

Hoy encontré un poema que me hizo caer unas lágrimas. El poema de una buena amiga que vive fuera de su tierra, pero que la lleva muy adentro. Siempre es complicado tener el corazón partido entre dos tierras, pero no es difícil llevarlas juntas en tu corazón.
Un corazón es capaz de superar distancias, y de acoger distintos países asumiéndolos como propios, solo que no se puede vivir en ellos al mismo tiempo, ni con sus gentes.
Quiero compartir con todos vosotros este tesoro robado, aunque al traducir muchas veces se pierde algo de la esencia.

A ti, autora, con la que en tan poquito tiempo hemos compartido tanto y tan importante, te digo hasta muy pronto, que Portugal está a la vuelta de la esquina, seguro que volveremos a vernos más veces y te doy las gracias por permitirme este atraco.



El Tajo ara és tot meu
A la desembocadura.
Desde les petites ones
Que s’hi formen al davant
De Cruzquebrada
Fins a l’altre banda del riu.

Potser empiparà a algú,
La resta quedarà indiferent.
Tant me fa la gent,
Tant me fa el món,
Vulguin o no,
El Tajo ara és tot meu
A la desembocadura.

A la fosca matinada
De boira, calima e peus freds,
Controlo el tráfic fluvial
De vaixells als que no navego.

Ahir quasi que ploro
Al volar sobre la marginal
A camí de una casa meva
Que encara no és pas una llar.
L’estomac em preguntà
Si potser l’avió
No s’havia equivocat
De destí.

Els meus pares no eren catalans
I això no em va impedir
De ser-ho jo.

Al temps que d’altres
Es retorcen de dolor
I s’afogen a les injusticies,
Jo no m’hi puc pas queixar,
Jo ho tinc tot,
Fins el Tajo és ara meu
A la desembocadura.

Ho tinc tot,
Però m’hi manca la terra,
M’hi manca la gent,
M’hi manca la llengua
Que en tinc por
D’oblidar.
Ho tinc tot,
Però no trobo les raons
Per saber
A on hauria de ser.




El Tajo es ahora todo mío
En la desembocadura.
Desde las pequeñas olas
Que se forman frente a Dafundo
Hasta el otro lado del río.

Molestará a algunos
Otros quedarán indiferentes
No importa la gente
No importa el mundo
El Tajo es ahora todo mío
En la desembocadura.

En la mañana oscura
De niebla, calima y pies fríos,
Controlo el tráfico fluvial
De barcos en los que no navego.

Ayer casi lloré
Al sobrevolar la marginal
Bañada de fuego.
El estómago me preguntó
Si el avión
No se habría equivocado
De destino.

Mis padres no eran catalanes
Y eso no me impidió
Que yo lo fuera.

Mientras a otros les retuerce
El dolor y la injusticia,
Yo no puedo quejarme,
Yo lo tengo todo,
Hasta el Tajo es mío ahora
En la desembocadura.

Lo tengo todo,
Todo menos mi tierra,
Todo menos mi gente,
Todo menos un camino
Que me convenza
Para seguir,
Seguir enfrente.


viernes, 30 de julio de 2010

Hasta los huesos



Me encanta contemplar el cielo desde mi escritorio. Hoy está nublado y las nubes corren rápidas. Se mezclan en varias capas mientras los truenos no dan tregua llenando el espacio de un ruido estremecedor. Violentamente aparece algún rayo partiendo en dos las nubes.
Caen las primeras gotas, enormes, precursoras de una tormenta de verano en toda regla.
Se agolpan y se estrellan ferozmente contra el suelo. La cortina de agua y granizo no da tregua y el suelo del patio se alfombró de un extraño césped de gotas rebotadas.
El espectáculo de luz y sonido es alucinante e inevitablemente activan mi mente donde se despiertan recuerdos de un pasado feliz.
Da igual donde me encuentre, o el tiempo que haga, porque incluso el viento que mueve las hojas de los árboles me habla de ti.
Un día de abril, lluvioso tal como este, me tirabas de la mano, mientras mis tacones de aguja se hundían en el empedrado de la calle. Llovía cada vez mas fuerte y no era capaz de seguir tu paso.
No podía parar de reír por la situación mientras tu jurabas en arameo renegando de mis zapatos. Escribir sobre esto me arranca una sonrisa, se que me puedes ver. Tu tan enojado y yo feliz por estar a tu lado a pesar de todos tus reniegos sin poder correr a penas.
No conseguimos llegar a los baños árabes ninguno de los días que pasamos allí. El tiempo no acompañaba para hacer turismo y vimos muy poco de aquel lugar.
Nos llovió encima, como siempre nos llueve a nosotros... sin paraguas.
Aunque era primavera granizó e incluso cayeron algunos copos de nieve que contemplamos desde el ventanal del restaurante que daba al río.
Todo fue especial en esos días, el clima mostraba todo su abanico de posibilidades como si supiera que teníamos poco tiempo. Hizo pasar ante nosotros las cuatro estaciones en horas.
Yo te miraba en silencio mientras tu no parabas de hablar de aquel cocinero sobre patines que te tenía maravillado y yo solo absorvía tu rostro en mi memoria, tu voz y tu tacto mientras me tomabas de la mano sobre la mesa. Me gusta escucharte y tu hablas constantemente. Estabas cargado de sueños, de proyectos y yo me sumergía feliz en ellos, podía hasta imaginarlos.
Al rato paraba de llover y aprovechábamos para salir rápidos hacia el apartamento, pero todo era en vano, no llevábamos paraguas y la lluvia volvía a empaparnos.
Regresar de la calle calados de agua hasta los huesos, tomar esa ducha de agua muy caliente que llenaba el cuarto de baño de vapor y correr a la cama para no sentir frío.
La climatología se reveló para mantenernos anclados a unas sábanas felices, en un espacio hecho de silencios, suspiros y brillantes miradas.
No he reposado mejor en ningún lugar que sobre tu pecho, escuchando la lluvia tras los cristales y tus latidos. No precisaba mas aire que el de tu aliento, ni mas abrigo que el de tus brazos.
Daría parte de la vida que me queda por revivir esos días, por sentirme como me sentí. Quisiera haber muerto en esos momentos en que nos perdíamos entre risas y mimos y me sentía la mujer mas afortunada sobre la Tierra.
Vivirlo otra vez... y otra... y otra, como en aquella película titulada "El día de la marmota", pero siempre repitiendo esos momentos tan tiernos.
Tus manos acariciándome el cabello mientras tus ojos mudos gritaban que me amabas.
Ha parado de llover aquí, se acerca la hora de irme del trabajo. Te veo llegar y como siempre me esperas junto a la entrada del recinto. Yo te envío un beso volador como todas las noches.
Hoy te siento tan cerca, tan dentro, no se si por causa de esta lluvia que siempre me atrapa en este recuerdo tuyo.
No creo que resista hasta la hora de salir sin levantarme del sillón y correr a abrazarte. Necesito decirte cuanto te amo.
Vuelve a llover con fuerza. Acércate tu, yo no puedo.
Ven junto a mi.


jueves, 29 de julio de 2010

Catalunya antitaurina siiiiiiiiiiii!!!

Hoy es un día especial. Por fin en Catalunya se han prohibido las corridas de toros.
Una vez mas los casposos han cargado contra Catalunya con excusas tan tontas como que solo nos queremos desmarcar del maltrato a los toros, porque las corridas se llaman "fiesta nacional".
Curiosamente los canarios consiguieron esto mismo mucho antes que nosotros y a nadie se le ocurrió decir tan soberana tontez.
Una vez más se pone de relieve el profundo anticatalanismo del todo vale para denigrar, después aun hay quien se extraña.
En fin, lo importante hoy es que si todo sale bien, en breve no habrán mas corridas de toros en Catalunya. Ahora toca seguir luchando por la abolición de "els correbous", la cabra del campanario y tantos otros malos tratos a animales. Poco a poco el camino se irá andando.


miércoles, 28 de julio de 2010

La leyenda del lago de Sanabria


La dieta del cucurucho no funciona.
A estos hombres de mi trabajo les ha dado por salir cada tarde a comprar cucuruchos de chocolate para todos y cada tarde se pasan por mi mesa a traerme uno y yo no me puedo negar, sería una descortesía por mi parte jaja, así que me he unido a la causa común y eso implica el cucuruchito diario que se queda a vivir en mi, haz dietas para esto, y es que no hay forma, la carne es débil.
El viernes Sergi fue el portador del cucurucho y se quedó conmigo un ratín.
La verdad es que mis tardes se componen de pequeños ratines de conversación, de compañeros que vienen y van.
Me mostró en su móvil unas fotos de una casa que tiene al pie del embalse de Sanabria. Realmente un privilegio, es como tener un lago particular a unos metros de tu casa. Aguas cristalinas y vírgenes, pero a todo eso me comentó que nada que ver con el verdadero lago natural de Sanabria.
El Lago de Sanabria es el único lago de origen glaciar de España, situado en la provincia de Zamora.
Este depósito de agua, a mil metros de altitud, es el resultado de los pequeños arroyos que surgen por el deshielo de los neveros de la Sierra Secundera y de la Cabrera Baja. El agua embalsada llega a alcanzar una longitud de más de tres kilómetros.
También le llaman "el espejo de soledades", por la gran paz que se respira en esos parajes.
La verdad es que después de escuchar con que entusiasmo me hablaba Sergi de ese lugar,me he quedado con ganas de ir, todavía mas cuando me relató la leyenda de dicho lago que os dejo a continuación.



LA LEYENDA DEL LAGO DE SANABRIA

Hace muchos años, en el lugar que hoy ocupa el lago de Sanabria existía un pueblo llamado Valverde de Lucerna, rodeado de tierras fértiles y productivas, la gente del lugar era egoísta, y de actitud poco solidaria y caritativa.

La noche previa a la fiesta de San Juan, una noche lluviosa con truenos y relámpagos, una sombra se mueve lentamente en dirección al pueblo, el relámpago ilumina su vieja capa de lino, se apoya en un bastón del que cuelgan dos conchas, es alto, de barba larga y abundante cabello. Calado hasta los huesos llama a la puerta de una casa.

-¿Quien llama a estas horas?. Le contestan desde el interior

-Un peregrino que busca refugio y alimento para pasar la noche. Contesta

-¿Eres un peregrino?..Pues continua tu camino

El hombre sigue caminando y tropieza por tres veces cayendo y volviéndose a levantar, insiste en otra de las casas, negándose el inquilino a abrir su casa y darle cobijo.

En la ultima casa lo intenta de nuevo

¡Por favor dejadme entrar!

-Déjanos en paz y vete por donde has venido.

Cansado, hambriento y aterido de frío decide abandonar el pueblo, a la salida del pueblo en un altozano ve un horno de leña, donde se encontraban unas mujeres cociendo pan, les pregunta si puede entrar, a lo que ellas acceden. Una vez que se hubo secado al calor del horno, las mujeres hacen un pequeño panecillo para dárselo, lo introducen en el horno y cuando intentan sacarlo comprueban que ha crecido tanto que no pueden sacarlo por la boca del horno. Van probando con trozos cada vez mas pequeños hasta que finalmente uno sale y se lo dan al misterioso peregrino. Este dirigiéndose a las mujeres les dijo:

-Gracias por socorrerme realmente solo vosotras sois dignas de ser salvadas en este pueblo, seguir en el horno y no salgáis esta noche. Voy a castigar a este pueblo, que no se acuerda cuando están con el estomago lleno y calentándose a la lumbre de los que pasan hambre y frío.

El hombre se despide de las mujeres recordándoles que se queden en el horno, una vez que ha llegado a las afueras del pueblo pronuncia esta frase, "Aquí clavo mi bastón, aquí brote un gargallón".

En el lugar donde clava el bastón empieza a brotar un gran caudal de agua, a las pocas horas el pueblo de Valverde de lucerna queda totalmente inundado.

Al día siguiente, el sol ilumina el valle un gran lago cubre lo que antes era el pueblo, solamente una pequeña isla en el lugar donde estaba el horno de leña sobresale del agua. Días más tarde un vecino con la ayuda de una pareja de bueyes Redondo y Bragado intenta sacar del fondo del lago las dos campanas de la iglesia, consigue sacar una pero la otra permanece en el fondo del lago.

El día de San Juan (24 de Junio), las personas que son caritativas y generosas, se dice que oyen el tañido de la campana que reposa en el fondo del lago.




martes, 27 de julio de 2010

No queda nada


¿Qué le quedaba por perder?
Vio alejarse a su esposa harta de su indiferencia, de sus infidelidades. Un día no pudo mas y se decidió a tramitar los papeles del divorcio y el quedó impasible, es como que nada de afectaba, firmó y se marchó de casa.
Ahí empezó su abandono, su apatía.
La tristeza y la angustia llegaron cuando empezó a extrañar el abrazo de sus pequeños, cuando cada tarde al regresar a ese piso de soltero que alquiló tras el divorcio encontraba el silencio por bienvenida. Esa sensación de soledad cuando se sentaba en el sofá sin mas compañía que un televisor.
Pronto empezó a echar de menos el calor de su esposa en las sábanas y esos besos que ella le daba y tan pocas veces había correspondido.
Así se fue perdiendo la magia y con el tiempo perdió a toda su familia.
Una botella se convirtió en su inseparable compañera y el espeso humo de montones de cigarrillos ocupaban toda la habitación.
En la mañana era incapaz de despertarse. Ya no estaba ella al abrir los ojos, ni su café y ese pan con paté que tanto le gustaba. Ese despertar a besos que le importunaba había sido sustituido por una fuerte resaca.
No conseguía levantarse a tiempo y empezó a faltar a la oficina. Cayó en picado lentamente, terminando las excusas, hasta que le llegó ese burofax donde le anunciaban su despido procedente.
Por mas que miraba a su alrededor no había nada que le hiciera reaccionar, nada por lo que mereciera la pena salir del pozo, solo hastío y soledad.
Salió a tomar el aire fresco de la noche y se puso a caminar por las afueras de la ciudad, no tenía humor para cruzarse con nadie conocido.
Caminaba cuesta arriba, totalmente sumido en sus pensamientos, casi desorientado.
Perdida su mirada en el suelo no era capaz de visualizar ni su vida, ni su futuro.
Su cabeza solo buscaba una salida que le liberara de este dolor, de esta fuerte sensación de fracaso y de sentir que no tenía remordimientos por nada, eso era lo peor, era consciente de que había perdido el apego por todo lo bueno que hay en la vida. No sentía nada por nadie.
Le acudieron ideas locas que ya le visitaron en otras ocasiones, pero ahora ni se molestaba en desterrarlas de su cabeza.
Tirarse al metro en marcha ya no le parecía ninguna locura, pero le quedaba lejos.
Se sentó en un bordillo junto a la barrera de la vieja cochera de autobuses.
Los veía entrar y salir del recinto, pero su velocidad era lenta y eso les permitiría frenar a tiempo y no atropellarle. Dentro de la cochera la gente hablaba, a veces reía, el no tenía ni con quien compartir un cigarro.
Emprendió de nuevo el camino y cayó en la cuenta de la abundancia de arbustos de laurel de Nerón que había a los lados.
Se presentaban exuberantes con sus flores rosas y blancas. Siempre se había preguntado porque estaban plantados por toda la ciudad siendo tan tóxicos y capaces de causar la muerte.
Quizás esa fuera la solución a sus problemas. Recordó cuando de pequeño en una clase de historia el profesor les explicaba que en los tiempos de Nerón, los generales romanos cuando perdían una batalla no soportaban el deshonor y se suicidaban tomándose una infusión con abundantes hojas de ese laurel, de ahí que se llame laurel de Nerón.
Pero no sabía la cantidad de hojas que había que hervir para que fuera letal, ni si la agonía sería lenta y dolorosa.
Quería un final rápido, sin dolor, sin recuerdos que le ataran a este mundo.
Siguió avanzando y cruzó el puente que pasaba sobre la autopista.
Era alto y los coches pasaban veloces por debajo.
Estaba solo y sintió en sus alas la brisa de la libertad.
La luz se extinguió del todo y el dolor con ella.

lunes, 26 de julio de 2010

por fin el arroz estatutario


Hace algunos días nos frustraron una reunión de varios amigos que además de conocernos íbamos a acudir juntos a la manifestación protesta sobre la sentencia del constitucional sobre el estatuto catalán.
Como ya expliqué, a Carlos que generosamente puso a nuestro disposición su piso, le fastidiaron la fiesta premeditadamente y con alevosía al saber por que motivo la había solicitado, después de habérsela concedido días antes, habernos puesto de acuerdo todos los amigos para ese día y haber ido a comprar todos los ingredientes.
Lo único que consiguió esta gente intolerante y castradora fue retrasar algo el encuentro, pero por fin el pasado sábado nos conocimos y pasamos un día estupendo entre amigos.
Carlos nos cocinó un arros a la cassola que no se lo salta un torero, que estaba de muerte.
Y es que cuando se tiene voluntad e ilusión por tirar proyectos adelante, no hay bota de hierro que la pare, solo a la gente débil que acaba doblegándose a la presión y deja perder lo mejor.
Nos comimos el arroz en medio de un clima festivo muy agradable y estoy segura de que al igual que nuestra fiesta, Catalunya saldrá adelante y cumplirá su sueño, por muchos palos en las ruedas que nos pongan.
Estamos listos, somos capaces.
Visca Catalunya lliure!!
Visca Carlos!!! que nos hizo un arroz de rechupete y fue el mejor de los anfitriones, nunca mejor dicho, un hombre con altura.







jueves, 22 de julio de 2010

Felicítenme a mi chic@s

Hoy es un día especial.
Hoy mi madre cumple nada más y nada menos que 87 años y está como una rosa, como ya me gustaría a mi llegar a estar a estas edades.
87 años cargados de vivencias, de sabiduría y de amor.
No ha tenido una vida que fuera justamente un camino de rosas, pero ya sabemos que la felicidad solo son pequeños instantes en mitad del camino.
Como a tantos otros españoles le pilló la guerra con 14 años. Hasta sobrevivió a una bomba que cayó en su edificio donde murieron varios vecinos. Ella y su familia se salvaron por vivir arriba del todo, ya que la bomba cayó por el agujero de la escalera y explotó abajo del todo.
Tuvieron que sacar sus pertenencias por los terrados con peligro de hundimiento.
Unos vecinos panaderos les acogieron hasta que encontraron un piso abandonado y lo ocuparon al puro estilo "okupa", hasta que pudieron regularizar los papeles.
En medio de este embrollo de la guerra, mi abuela se dedicaba al estraperlo y mi madre y sus hermanos acudían a ayudarla poco antes de que el tren entrara en la estación.
Mi abuela que era guerrera y valiente donde las haya, hacía cambios por los pueblos de comida y se desplazaba en tren, arriesgando la piel en cada viaje. Poco antes de llegar a la estación tiraba por la ventana los sacos y lo que traía en un punto donde esperaban mi madre y sus hermanos que luego arrastrarían las mercancías hasta donde las esperaban sus destinatarios.
Suerte a la iniciativa de mi abuela su familia jamás pasó hambre.
Mi madre nunca trabajó fuera de casa, se ocupaba de sus hermanos mientras mi abuela estaba fuera y al tiempo conoció a mi padre.
La guerra terminó y un buen día se cruzó con mi padre en la escalera, era su vecino de arriba.
A los años se casaron y tuvieron tres hijas. Mi madre siguió en sus tareas de ama de casa como siempre. Pienso que fueron muy felices, siempre estuvieron enamorados, mi madre todavía sigue enamorada de mi padre, no hay mas que oírla hablar. Supongo que por eso, nosotras sus hijas, tenemos esa idea tan sagrada sobre el amor, sobre la lealtad, que tan poco se estila hoy en día.
Pero no tuvo mucha suerte,cuando yo tenía 8 años mi padre murió y mi madre aun muy joven, jamás volvería a casarse, ni nunca le conocimos otra persona. Mi padre sigue junto a ella todavía, pienso que se quedó a esperarla para el gran viaje, lo se.
Después de todo eso no le quedó mas remedio que sobreponerse a la desgracia y ponerse a trabajar. Nos sacó adelante a todas sus hijas y a mi abuela que vivía con nosotras, nunca carecimos de nada.
Mi madre siempre ha vivido dedicada a su familia, a sus hijas y luego a sus nueve nietos. Ha estado presente en todos nuestros partos, en nuestras operaciones siempre a nuestro lado, sin moverse del hospital a veces durante días.
Es asertiva, pero jamás interviene ni se mete en la vida de nadie. En ocasiones por desgracia acierta demasiado bien, será porque en 87 años las ha visto de todos los colores, lástima que no solemos hacer caso a nuestros mayores, cuando nuestras emociones nos pueden y pensamos que todo el mundo tiene nuestra filosofía.
Cuando alguien es feliz y vive rodeada de buena gente, de la que nunca te falla, casi es imposible creer en la maldad, hasta que la encuentras de cara, demasiado tarde.
Hoy es un día grande, pero lo celebraremos el domingo, igual que todos los años.
Toda la familia reunida a su alrededor que es lo que mas disfruta. Ese día nadie falta, alguno se puede escabullir un día de Navidad, pero nunca en el cumple de mi madre.
Y es que madre no hay mas que una y la mía es única, única para sus hijos y sagrada para sus nietos.
No la feliciten a ella, a parte de que ni sabe que este blog existe y no se enteraría, la afortunada soy yo por haber nacido y vivido a su lado.
Hoy la música que suena es la de Casablanca "As time goes by", la canción de mis padres.


viernes, 16 de julio de 2010

Despedida por Sedemiuqse y Pacogor

Ayer andaba paseando por los blogs que me gusta leer y encontré un precioso poema que me estremeció y he querido que quienes pasen por aquí lo conozcan. Sedemiuqse una de las autoras de este poema ha tenido a bien cédermelo gentilmente.
Espero que les guste y les emocione igual que a mi. Gracias Sede.



Tus ojos se alejaban…
Y las palabras quedaban colgadas
como hojas que bailan
en un otoño marchito.

Era la estación
de nuestra postrera despedida,
mi mirada se nublaba
y no me atrevía a romper
aquél silencio
de promesas de futuro
hechas añicos.
Ya nada tenía sentido,
excepto perdonarnos
lo que hicimos y lo que no.

Fue la juventud del lenguaje
el quehacer diario,
el olvido de las caricias
bajo el sabio olivo.
Noche de tinieblas
donde el resplandor
de unos labios serenos
es un mito.

Necesito estar
a la altura del momento:
Sigo amando lo que fuimos
y aún me tiembla el pulso
cuando te pienso,
pero las vidas se distancian
y las historias concluyen.
Ojalá consigamos
no apagarnos definitivamente,
al fin y al cabo
supimos ser felices...
Así que hagamos un esfuerzo
por no traicionarnos
del todo
en este interrogante de futuro
donde yo no estoy
y tú te habrás marchado.

Mis pasos son como esas tardes
largas de verano, inacabables....
Mi sendero no tiene altos ni bajos
el equilibrio se mantiene por sí solo,
nada concluye en el amor.
El esfuerzo hace pesado el camino,
vivamos el pasado y el futuro
en éste instante eterno de amor.

Todo está preparado
para la marcha
en pos de forjar nuestro destino:
Te deseo que lleves contigo
el sol revitalizante del verano,
la suave lluvia del invierno,
la música del viento,
los rumores francos del mar,
y un afán de libertad
que rompa los moldes
de la memoria
para hacer más felices,
legítimos y ciertos
los años que quedan por venir.

Encuentro poético escrito a dúo por Pacogor y Sedemiuqse


miércoles, 14 de julio de 2010

Yo soy de esos galanes a la antigua...

Se nota que hay mucha gente de vacaciones. Todo es mas pausado, el trabajo baja de intensidad y hasta le daba tiempo a relajarse perdiendo su vista en el paisaje.
Algunas personas suben a pasear hasta allí. Muchos son habituales, así que acababan saludándola con la mano al pasar desde la distancia que da la entrada al recinto.
Un señor mayor pasaba por allí todas las tardes. Ataviado de ropa cómoda y de un sombrero montecristi de paja que le protegía del intenso sol en sus paseos . Subía y después bajaba la empinada cuesta del paseo que se alzaba ante la empresa.
Cada día al pasar, el se detenía y le lanzaba un beso volador. Ella le correspondía igualmente por la ternura que le inspiraba la amabilidad de alguien de edad ya avanzada. Era un gesto gracioso e inocente, de esos que hacen esbozar una sonrisa tierna.
Anteayer el caballero se detuvo ante el patio de entrada y como siempre desde la calle se quitó el sombrero, se lo puso sobre el pecho y le lanzó el besito ritual. Ella se lo devolvió y le dijo adiós con la mano.
Pero este día el no siguió con su paseo cuesta arriba como siempre, se detuvo unos minutos mas pensativo y finalmente se decidió a entrar al recinto. Ella le dio las buenas tardes sonriente e intrigada.
Juan que así se llamaba nuestro protagonista se volvió a sacar el sombrero y poniéndoselo sobre el corazón como de costumbre, se decidió a hablarle. Le dijo que su sonrisa era la mas maravillosa que nunca pudo contemplar y como le agradaría que aceptara una invitación para comer juntos o tomar un café.
Ella quedó asombrada ante lo que nunca pudo ni intuir, casi sin poder articular palabra por la sorpresa inesperada de la proposición.
Colorada y nerviosa declinó su proposición de la mejor forma que supo para no herir sus sentimientos, pues su corazón tenía ya un propietario y en siglos hubiera imaginado que la conversación tomara estos caminos.
El caballero lucía una mirada preciosa y perfecta dentro de un envoltorio de algunos años mas que ella. No ocultó su desilusión, pero ello no le hizo perder las exquisitas maneras. Le tendió su mano que ella aceptó y llevándosela a su boca le beso suavemente al estilo de los galanes de las novelas antiguas.
Si algo en un hombre le fascinaba era su mirada y sus maneras. Esos detalles propios de caballeros de otros tiempos menos vertiginosos que los nuestros, como los de las películas en blanco y negro.
El hombre que se quita el sombrero para hablarte, que te abre la puerta y te cede el paso y algo tan estremecedor como que te tomen la mano y te la besen. Esas habilidades de seducción tan importantes que jamás deberían perderse.
El se alejó lentamente de la entrada con una sonrisa , algo mas triste su mirada y le dijo adiós.
Por mucho que avance la edad se siguen teniendo ilusiones y eso es algo maravilloso.
Ella no pudo evitar pensar lo bonito que hubiera sido tener en esos momentos mas edad y tener el corazón libre para poder aceptar su invitación, porque caballeros como Juan no abundan en la actualidad. Seguro que era la persona ideal con quien le hubiera gustado pasear de viejecita tomados de la mano.
Ayer Juan volvió a pasar ante ella, dando su paseo como de costumbre.
Se detuvo en la calle, se quitó su montecristi y le mandó su besito ritual. Ella levantó su mano y le saludó, regalándole la mejor de sus sonrisas, sabiendo que ante si tenía a todo un caballero de esos a la antigua, que suelen todavía mandar flores...