Pero las horas se cuentan y llega el momento de marcharse, con la familia, con lo que hay montado en derredor, porque la vida real es otra cosa, no una tarde de solaz y hay quien no cambia su realidad confortable por otra no tan prometedora, y es que eso es una locura para la que no todo el mundo está preparado o simplemente jamás tuvo mas intención que la de vivir una aventura alimentada en un viejo recuerdo, o quizás no ama lo suficiente para dar ese peligroso paso en la cuerda floja del azar, por una historia con fecha de caducidad.
La gente crece en distintas direcciones, forma sus vidas y el pasado dejó de existir,no somos los mismos de ayer, somos otras personas que casi nos desconocemos.
La gente crece en distintas direcciones, forma sus vidas y el pasado dejó de existir,no somos los mismos de ayer, somos otras personas que casi nos desconocemos.
La realidad, lo que se tiene hoy es lo que cuenta.
¿Cuanto estás dispuesto a apostar? ¿Cuanto estás dispuesto a arriesgar? ¿Como de alta es tu apuesta emocional? ¿Hasta que punto estás dispuesto a luchar por algo? Cuando finaliza la partida y en el tapete se descubren las cartas, se ve claramente quien se marcó un farol y quien decía la verdad.
Para vivir, para acompañar a alguien hay que saber como es el otro, aceptar sus condiciones, sus fobias, sus limitaciones y defectos, tener esperanza dentro de un mar de dudas y amar tanto que no se tema saltar al vacío y eso no es algo fácil de conseguir en estos días donde todo vale, según los intereses. Donde la gente sacrifica cosas sagradas que no se pagan con dinero por un estatus o por una alucinación. Y es que hay cosas imposibles de comprar y difíciles de encontrar, como son la constancia, la fe ciega, la esperanza, el perdón, el amor sin reservas...
Las luces consiguen deslumbrar temporalmente, pero quizás solo querían eso iluminar por un tiempo y cuando consiguen lo que deseaban y dejan de interesarse, se marchan y te vuelves invisible, excepto para quienes siempre estuvieron a nuestro lado a pesar de la distancia, en la oscuridad y siguen firmes un día con mejor cara, a veces diciendo cosas que no sienten, otras que no gusta oir, otro con peor humor, pero siguen ahí, como siempre permanecieron, tal y como prometieron, tal y como son, gente asertiva que ama a pesar de todo.
Es tremendamente difícil encontrar alguien que se juegue todo por una quimera, que sea capaz de ver lo invisible en lo visible, que lleve un compromiso mas allá de la fiesta, de un fin de semana, de una tarde a hurtadillas, donde se miente a todos porque no hay valor de afrontar de cara y menos para renunciar a una estabilidad por la incertidumbre y es que lo divertido, lo prohibido vende mucho, pero cuando llega la hora de la verdad es cuando se demuestra y se elige, ahí se ve el amor de veranito o el amor que no conoce de dignidades ni pierde un minuto en salir corriendo cuando cree que alguien a quien ama sufre, aunque le impidan acercarse.
En esta vida lo único que sirve es el discurso de los hechos y eso se demuestra andando, sin temor a las consecuencias, y eso amigos míos solo se hace por un motivo... el amor verdadero no el que se esconde. Y eso no es circo, eso es dar la cara.
Como decía en el otro post hay mentiras muy destructivas, pero la verdad siempre acaba por emerger y ya lo creo que emerge, por mucha luz que le cegara la mirada.
¿Cuanto estás dispuesto a apostar? ¿Cuanto estás dispuesto a arriesgar? ¿Como de alta es tu apuesta emocional? ¿Hasta que punto estás dispuesto a luchar por algo? Cuando finaliza la partida y en el tapete se descubren las cartas, se ve claramente quien se marcó un farol y quien decía la verdad.
Para vivir, para acompañar a alguien hay que saber como es el otro, aceptar sus condiciones, sus fobias, sus limitaciones y defectos, tener esperanza dentro de un mar de dudas y amar tanto que no se tema saltar al vacío y eso no es algo fácil de conseguir en estos días donde todo vale, según los intereses. Donde la gente sacrifica cosas sagradas que no se pagan con dinero por un estatus o por una alucinación. Y es que hay cosas imposibles de comprar y difíciles de encontrar, como son la constancia, la fe ciega, la esperanza, el perdón, el amor sin reservas...
Las luces consiguen deslumbrar temporalmente, pero quizás solo querían eso iluminar por un tiempo y cuando consiguen lo que deseaban y dejan de interesarse, se marchan y te vuelves invisible, excepto para quienes siempre estuvieron a nuestro lado a pesar de la distancia, en la oscuridad y siguen firmes un día con mejor cara, a veces diciendo cosas que no sienten, otras que no gusta oir, otro con peor humor, pero siguen ahí, como siempre permanecieron, tal y como prometieron, tal y como son, gente asertiva que ama a pesar de todo.
Es tremendamente difícil encontrar alguien que se juegue todo por una quimera, que sea capaz de ver lo invisible en lo visible, que lleve un compromiso mas allá de la fiesta, de un fin de semana, de una tarde a hurtadillas, donde se miente a todos porque no hay valor de afrontar de cara y menos para renunciar a una estabilidad por la incertidumbre y es que lo divertido, lo prohibido vende mucho, pero cuando llega la hora de la verdad es cuando se demuestra y se elige, ahí se ve el amor de veranito o el amor que no conoce de dignidades ni pierde un minuto en salir corriendo cuando cree que alguien a quien ama sufre, aunque le impidan acercarse.
En esta vida lo único que sirve es el discurso de los hechos y eso se demuestra andando, sin temor a las consecuencias, y eso amigos míos solo se hace por un motivo... el amor verdadero no el que se esconde. Y eso no es circo, eso es dar la cara.
Como decía en el otro post hay mentiras muy destructivas, pero la verdad siempre acaba por emerger y ya lo creo que emerge, por mucha luz que le cegara la mirada.
Al final el tiempo pone a cada uno en su lugar, viendo lo invisible dentro de una luz que intentó cegarme con anónimas visitas cargadas de malicia e intenciones manipuladoras para no ir a ningún lado, solo vivir una aventura. Hay gente que juega con la vida de las personas sin medir las consecuencias de sus actos y caprichos.
No necesito ojos para ver y no me gusta lo que veo, aunque siempre intuí que era así, porque hay vivencias únicas que se dan raramente en esta vida, porque nunca dejé de ver lo que hoy cree ser invisible, para mi no lo fue, no es invisible para mi a pesar de todo.
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