No sabes que triste fue el otro día no encontrarte al llegar a casa. No sentir tu hocico contra mi cara y tus patitas sobre mi saltando como una loca, tanto que me quejo siempre.
Creo que es lo que mas me impactó el otro día, no encontrarte, no poder regañarte cuando me ensucias toda de tierra y babas.
Te veo muy pronto querida Cuqui, jugaremos a pelota y pasearemos hasta el río juntas como todos los días.
Aquí me encuentro, hablando con un blog, en fin, es lo que tiene hacer tiempo cuando se tiene prisa. Besos.
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