La hora se detiene cuando llegas en las tardes de sábado.
El reloj para, incluso hasta la fecha del calendario y eso es el indicativo de que llegaste.
Sonrío y me alegro de verte, como siempre y se que sigues esperándome en la roca donde te sueño cuando no estás. Hay sentimientos que no cambian.
Inútilmente buscas donde nada hay, donde nunca hubo y desde mi tranquilidad vuelvo a sonreír cuando te descubro, porque haces las cosas fáciles difíciles.
Contigo siempre fue así y se que nunca vas a cambiar. Se te acepta y no hay mucho mas que hacer.
Mientras, los cerezos han empezado a florecer y me embriago con el olor de la hierba mojada de delante de casa. Y en la noche cuando regreso de visitar a mi madre, vuelvo a encontrarte aquí dentro,con el reloj parado.
Quédate, llueve afuera pero la temperatura sigue siendo amable.
Las jacarandas florecerán en mayo y no quisiera que te perdieras el espectáculo del camino sembrado de pétalos malvas.
Nos abrazamos y todo sigue igual que siempre. Con impaciencia me tomas de la mano y me llevas en volandas a un universo estrellado.
Descanso mi cabeza sobre tu pecho y me cantas una balada de otoño, sumergidos en una primavera que está llegando sin haberse extinguido.
¡Que lindas palabras, qué lindo sentimiento que me despierta una sensacion de enamorada...! ¡qué bello!
ResponderEliminarBesos.