No puedo dormir mas

Hay días en los que el agotamiento mental supera al físico. Ayer fue una especie de maratón, un baño de masas de gentes con una idea en común, una idea acariciada durante siglos por mi pueblo, la independencia.

Fue un día de eterno caminar, charlar, encontrar personas con distintos enfoques políticos, de lo mas contrario pero con un mismo objetivo y sabiéndonos montados en el mismo barco.

Cada vez que se dicta una sentencia contra Catalunya, son mas los catalanes que comprenden que no hay mas que un camino y los independentistas no cesan de crecer.

Cuando intentan agredir nuestra identidad y nuestra lengua como es lo último acontecido, queriendo cambiar nuestra idioma vehicular en educación nos dan un nuevo empujoncito y avanzamos unos cuantos pasos mas en la convicción de que no cabemos en un estado del que solo recibimos impuestos y desprecios.

Ayer fue un día estupendo, soleado, perfecto para celebrar nuestra Diada. Un día en el que terminé agotada física y mentalmente.

Regresé a casa con un montón de fotos y vídeos que deseaba mostrar a los que quiero.

Pero fue tan intenso el día que no resistí y me fui a dormir a una hora prudencial, algo que nunca hago. Por eso hoy os escribo cuando aun no son ni las 6 de la mañana, porque mi reloj biológico no duerme mas de 7 horas seguidas.

Ayer fue por muchos motivos un gran día, pero lo viví sin el motor de mi existencia, que aunque ausente estaba presente como en todos los momentos de mi vida. Y en cada momento importante extraño su presencia física a mi lado.