Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Lo que hay que aguantar!

El rechazo contra lo catalán se ha vuelto tan grande y deportivo que la gente ya no tiene ni la educación de hablarlo en privado en su círculo, si no que lo manifiesta públicamente en el vagón de un metro en Barcelona.
Ayer tuve que oír en un metro repleto de gente a unos forasteros no catalanes que sentados en bancos de frente hablaban mal de nuestro idioma sin ningún tipo de pudor ni delicadeza para con los que allí estábamos con un 80% de probabilidades de que fueramos catalanes.
¿Y nosotros los catalanes que hacíamos respecto a ello? Pues con nuestro habitual talante y educación calladitos, con ganas de soltar un guantazo, pero en nuestro puesto tranquilo, sin despeinarnos si quiera.
Yo no tengo que hablar de lo mío con nadie foráneo a mi nación, mucho menos discutir ni defender lo que es legal, pero sí llamo a la buena educación y a la no provocación.
Pero hay algo mas. Greer, feminista que escribió " The Female Eunuch" entra a explorar el por que ciertos hombres maltratan a las mujeres. Greer concluye que esos hombres maltratan a las mujeres porque pueden. Porque no hay consecuencias de sus actos. Pegan a las mujeres y no les pasa nada. Ellos desahogan sus frustraciones en las mujeres y no les pasa nada. No tienen aliciente para cambiar su comportamiento, luego ¿por qué habrían de cambiar su actitud?
¿Por qué hablaban mal del catalán? Pues porque pueden.
La cuestión es cuanto tiempo estaremos dispuestos a soportar estos atropellos, la mala educación y la mala baba de esta España que hace tantos años que nos adoptó por la fuerza para luego dejarnos huérfanos y marginados.
Francamente estoy harta. Estoy harta de la mala educación de España, de esa España que tanto provecho ha sacado de nuestra tierra y de nuestro ingenio. De esta España que reclama pero no da. De esta España que nos exige pero nos machaca.
De nuestra mano esta el retar esas actitudes y no necesitamos permiso de nadie.
Y a colación, como si no hubiera habido suficiente atropello y desidia durante tantos años con el Estatut, ahora el Tribunal Constitucional admite a trámite la petición del PP de que se restauren las corridas de toros en Catalunya, cuando esto es competencia exclusiva del gobierno catalán y nuestra decisión fue prohibirlas.
La verdad, no se cuanto más seremos capaces de aguantar tanta burla.

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