Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

jueves, 7 de octubre de 2010

Asesinato de un demócrata, y asilo de un criminal.

Esta es la última columna de mi querido amigo Mauri, a quien agradezco me deje colgarla aquí para que todos podáis disfrutar de su lectura.



Por: Milan Mauricio Grušić Ibáñez. Yo también lo maté, pero en mi mente.

Provincia Imperial, Chile, octubre de 2010.
En el advenimiento de la democracia chilena, post dictadura, uno de los más horrendos crímenes contra el estado de derecho, y la democracia, se efectúo en contra de un senador, electro, marcando la transición hacia el Chile democrático.
Jaime Guzmán nació el 28 de junio de 1946. Entre 1951 y 1962 estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones de Santiago. Durante su estancia en el colegio llegó a ocupar el cargo de presidente de la Academia Literaria.
En 1963, teniendo 16 años de edad, ingresó a estudiar derecho a la Pontificia Universidad Católica de Chile, centro de estudios de carácter fundamentalista extremo y conservador. Fue un destacado dirigente deportivo de la universidad fundamentalista. Se licenció en 1968 con distinción máxima, obteniendo además el premio Monseñor Carlos Casanueva, y el premio del Instituto de Ciencias Penales, correspondiente a su promoción.
En 1967, el estudiante Jaime Guzmán, en la Reforma Universitaria de 1967, se sitúo en la oposición a ésta. Lideró la resistencia a la ocupación de la universidad fundamentalista, por los reformistas, e intentó tomarse a su vez la Universidad, para revertir la reforma. Aunque fracasó, a raíz de estos hechos cobró existencia el Movimiento Gremial. Éste se caracterizaba por una crítica a la democracia liberal, y por sostener la independencia de los grupos intermedios de la sociedad de las influencias ideológicas.
“La Reforma Universitaria es el nombre que recibe el movimiento político-cultural promovido por el movimiento estudiantil que se inició en junio de 1918 en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y que se extendió por toda América Latina. La Reforma Universitaria correspondió a un anhelo de reformar las estructuras, contenidos y fines de la universidad. Algunos investigadores han vinculado el movimiento de Reforma Universitaria latinoamericano, sobre todo el ocurrido en los años 1960, con el Mayo francés de 1968, y el movimiento pacifista, y por la libertad de expresión, que tuvo su epicentro en la década de 1960 en la acción de los estudiantes de la Universidad de Berkeley, y en otras universidades norteamericanas.
Los principios fundamentales de la Reforma Universitaria, en esos tiempos, fueron la autonomía universitaria, el cogobierno, extensión universitaria, acceso por concursos y periodicidad de las cátedras, libertad de cátedra, cátedra paralela y cátedra libre, acceso masivo y gratuito, vinculación de docencia e investigación, inserción en la sociedad y rol de la universidad, solidaridad latinoamericana e internacional y la unidad obrero-estudiantil”.
A principios de los años 1970, bajo el gobierno democrático del Compañero Presidente Q:.H:. Salvador Allende, participó junto al abogado Pablo Rodríguez Grez, en la fundación del “Movimiento Paramilitar Patria y Libertad”, que inicialmente se denominó "Movimiento Cívico Patria y Libertad", renunciando posteriormente cuando este pasó a denominarse "Frente Nacionalista Patria y Libertad", por diferencias metodológicas en la lucha contra el gobierno legítimo de Allende.
El 26 de septiembre de 1973, sólo unos días después del Golpe de Estado, del 11 de septiembre, que derrocó al gobierno democrático de Salvador Allende, se formó una comisión encargada de elaborar el proyecto de una nueva Constitución para Chile, ya que ese fue uno de los fundamentos por los cuales la Junta Militar de Gobierno justificó el Golpe de Estado: "restablecer la Institucionalidad quebrantada". Esta Comisión encargada de elaborar la nueva Constitución se llamó "Comisión Ortúzar", ya que su Presidente fue el abogado Enrique Ortúzar y estaba integrada, además, por Jaime Guzmán que se transformó en el principal ideólogo de la Constitución de 1980, plebiscitada el 11 de septiembre de 1980 y siendo aprobada por la mayoría del universo electoral del país, curiosamente sin contar con los registros electorales vigentes hasta esa fecha. Únicamente podían votar los mayores de dieciocho años con cedula de identidad. Me pregunto: ¿de haber tenido dos cedular de identidad, podría haberse votado más de una veces? Esta nueva Constitución se hizo efectiva a partir del 11 de marzo de 1981, dándole al dictador planas garantías de que su poder no seria disminuido en nada, hasta el fin de su gobierno y, ¡hasta el infinito y más allá…!
Luego de haber participado en la comisión redactora de la Constitución Política de 1980, Jaime Guzmán dedicó la mayor parte de su tiempo en crear el “partido político” Unión Demócrata Independiente. Marcando una clara diferencia con otras colectividades; ya que, sus militantes, supuestamente, no eran políticos, sino, gente común e independiente, agrupando a todos los sectores de la ciudadanía que estaban hastiados de los políticos. Curiosamente, sólo pudieron optar a obligaciones directivas, o de candidatos de algún cargo de elección popular, empresarios católicos y Opus Dei de fortuna.
Después del retorno a la democracia en 1990 fue electo senador por la circunscripción de Santiago Poniente. Según los resultados oficiales de las elecciones de Senadores por Santiago, en 1989, Jaime Guzmán fue electo Senador, por merced del fraudulento sistema binominal, que otorga la garantía de que siempre será electo un oficialista y un opositor, salvo que una de las listas gane por más de un 66%. En estricto rigor, Jaime Guzmán perdió la elección, pero fue designado como Senador gracias al sistema que ayudo a construir. Fue considerado la figura más importante de la oposición, debido a que su sector perdió, estrepitosamente, después de haber gobernado por diecisiete años bajo una dictadura cruel y fanática. Fue uno de los más críticos del nuevo gobierno, acusándole, entre otras cosas, de falta de rigor en la lucha contra el extremismo de izquierda. Aunque de su boca nunca salio una “coma” para criticar el terrorismo extremo, y fascista, de la dictadura que lo cobijo por tantos años. “Ese si es un perro agradecido del amo que lo alimenta”.
El 1 de abril de 1991 Jaime Guzmán fue asesinado a la salida del Campus Oriente de la Pontificia Universidad Católica. Conducido por su chofer al Hospital Militar de Santiago, murió al cabo de tres horas. De acuerdo con la versión más conocida los autores materiales fueron los militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Ricardo Palma Salamanca y Raúl Escobar Poblete, mientras que los autores intelectuales serían Galvarino Apablaza, Mauricio Hernández Norambuena y Juan Gutiérrez Fischmann. La operación se preparó, según fuentes periodísticas, desde fines de los años 1980.
El único condenado, por el asesinato de Jaime Guzmán, es Hernández. Quien también se fugó en 1996, y cumple una pena de 30 años, por secuestro, en Brasil. Apablaza vive con esposa y tres hijos en Moreno Argentina, país cuyo Congreso aprobó la extradición por sus crímenes. Pero la CONARE, Comisión Nacional de Refugiados, y el gobierno argentino decidieron darle Asilo Político el 10 de Septiembre del 2010.
La ira incontrolable de la derecha fascista, hoy gobernante de nuestra provincia imperial, no ha dejado a títere sin cabeza, llevándonos a un serio impase con nuestra hermana república argentina. Las criticas a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, no se han dejado esperar, dando a entender que Argentina será reconocida como refugio de criminales.
Los argumentos que detalla el dossier según el informe técnico de la secretaría de la CONARE, de treintiseis páginas, expone las razones para conceder el refugio a Apablaza:
  • La prueba recabada con relación a la responsabilidad individual y participación del peticionante en los hechos imputados no alcanza el umbral requerido para la aplicabilidad de la norma para negarle el refugio.
  • Sopesar la probabilidad de que determinado acto haya sido realizado es un tamiz muy grueso. Se requiere al menos de razones serias que justifiquen la suposición de autoría del delito; la simple sospecha no basta.
  • El informe pericial aportado por la defensa, dice que Apablaza sufre inseguridad, sueños en los que se siente perseguido, sensación de que todo ha sido muy reciente, reacciones de sobresalto e híper alerta cuando alguien corre detrás de él o cuando escucha gritos.
  • Existe cierto consenso acerca de que, los actos terroristas desconocen los límites territoriales. Constituyen una amenaza para la paz y seguridad del mundo. El asesinato de Jaime Guzmán, si bien de clara repercusión en Chile, no afectó a la comunidad internacional.
  • El abogado de Apablaza afirmó: el Estado chileno no tiene ningún argumento para justificar la extradición. El único elemento es a ver sido un ex rodriguista ¿De qué modo el Estado chileno puede decir que esa publicación puede vincularlo con las personas que llevaron adelante esos hechos?
  • El temor del peticionante de afrontar un enjuiciamiento penal estaría dado no por el sometimiento a un proceso investigativo de su conducta, sino por la posibilidad latente, en su mente, de enfrentar un trato similar al vivido por su pertenencia u opinión política histórica.
  • Apablaza dijo ante el juez Bonadío que: He escuchado las acusaciones y no tienen evidencia alguna, no la tienen porque no participé en los hechos. Apelan al papel que me tocó jugar en las filas del Partido Comunista y en el FPMR.
  • El informe pericial de la defensa concluyó que sobre un trastorno de personalidad asienta un síndrome postraumático compatible con el observado en personas que han sido objetos de tortura, agregándose a ello la incidencia de la prisión política, el exilio y la clandestinidad.
  • La credibilidad queda establecida cuando el solicitante ha presentado una solicitud coherente y plausible, desprendiéndose del relato del peticionante, de las pruebas aportadas y de la información disponible sobre su país de origen que el mismo resulta coherente y razonable.
  • Atendiendo a la orientación dada en los párrafos 52 y 53 del Manual de Procedimientos de ACNUR, Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados, se considera que existen motivos concurrentes por los cuales el peticionante abriga temores fundados de persecución a causa de su militancia política durante el período de la dictadura militar chilena.
  • Si bien dicho temor a la persecución, atendiendo a la situación actual de la República de Chile, parecería exagerado, las experiencias sufridas por Apablaza tendrían una entidad suficiente para calificar a este nuevo proceso, desde la óptica del peticionante, como persecutorio.
  • Resulta posible pensar que algunas acciones que se atribuyeron al FPMR no necesariamente respondieron a órdenes de Apablaza, y que no sólo no instigó a la comisión del acto sino que tampoco estaba en conocimiento que tendría lugar.
  • No se dan indicios claros de la participación de Galvarino Apablaza en los delitos que se le imputan. Razón por la cual no se encontrarían configurados los elementos legales para considerar al peticionante excluible de la protección internacional.
  • Apablaza tiene tres hijos de nacionalidad argentina, menores de edad, cuya unidad familiar podría ponerse en cuestión en caso de retornar el peticionante a su país de origen, sometiendo no sólo al peticionante sino también a su familia a una nueva separación.
  • Considerar al solicitante como refugiado no implica de manera alguna cuestionar el carácter democrático del sistema político chileno en su conjunto, ni mucho menos afirmar ni siquiera implícitamente que el Estado chileno ejerce actualmente persecución política.
En Chile, estos argumentos no han sido expuestos por la prensa, dejando sólo a los políticos fascistas la labor de hacer entender, al ciudadano común, de la afrenta sufrida por Chile departe de nuestra hermana república.
Lo claro es que el proceso del caso Guzmán, en Chile, está siendo llevado por el antiguo sistema de justicia, que otorga a un juez la obligación de realizar las investigaciones; y, habiéndolo encontrado culpable, tendría que, de allí, aplicar el principio de inocencia. “Completamente esquizofrénico”. No olvidemos que se aplicaría la norma de la Ley de Seguridad Interior del Estado, actual Ley Antiterrorista; y, la intervención, directa, de la justicia militar. En todo éste proceso, el implicado permanecería detenido, seguramente, en la cárcel de alta seguridad, acompañado de un régimen carcelario indigno, que ni un sacerdote católico, violador de niños, tendría en nuestra provincia imperial. Las torturas no serias directas, sino a través de su enclaustramiento por más de veinte horas en una celda, allanamientos a los visitantes; y, por último, el no conocimiento del sumario, por parte de la defensa, en los momentos que se requieran, gracias a los Secretos de Sumario.
Por otro lado, de ser juzgado por el nuevo sistema procesal penal, se debiera respetar desde un principio la presunción de inocencia. Con la salvedad que si es procesado por la Ley Antiterrorista, sería juzgado por la justicia civil y militar al mismo tiempo; y, tendría que ser detenido y llevado a la cárcel de alta seguridad donde no existirían cambios en referencia al sistema antiguo de justicia.
En resumida cuenta, Apablaza está condenado en Chile. Sea inocente o culpable, la clase política criolla, la prensa, los grupos de poder, ya han dictado su veredicto apasionado, tendencioso y unilateral.
Siendo testigo de los crímenes de la dictadura. Habiendo vivido durante veinte años en una supuesta democracia, que dejó morir al dictador en su casita de campo, junto a sus familiares. Experimentando el sufrimiento de miles de familiares de ejecutados políticos, en tiempos de dictadura, que aun no saben donde están los restos de sus seres amados. Advirtiendo la impunidad de muchos militares responsables de crímenes contra lesa humanidad en Chile. Apreciando los privilegios de algunos militares condenados, que son vistos como héroes, por un grupúsculo de la ciudadanía. Me es vergonzoso que en nuestro país, aun existan políticos fascistas que pretendan arrogarse el rol de defensores de los Derechos Humanos, siendo que en dictadura nunca levantaron un dedo para defender los intereses de los que estaban siendo masacrados, por el único hecho de pensar diferente.
¡No es odio sino justicia, no es venganza sino retribución! Viejo adagio post Segunda Guerra Mundial. No puedo sentir dolor por la muerte de un fascista, que su única función fue dividir a los chilenos; imponer sus mezquinos intereses de poder; participar, y ser ideólogo, de una de las más crueles dictaduras de la historia democrática chilena; pertenecer a una secta fundamentalista religiosa, fundada por Escrivá de Balaguer, que se reverenció ante el dictador; justificador constante de los crímenes cometidos por la dictadura, en contra del pueblo sometido; y, ser electo, gracias a su fraudulento sistema binominal, como Senador de la República, en nuestra supuesta democracia, “a la chilena”.
¿Qué les puedo decir a los que hoy sufren su muerte? Toma chocolate… paga lo que debes… Jajajajajajajajaja…….
¡Salud y anarquía, y un porrito cada día!

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