Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

martes, 7 de septiembre de 2010

Mapuchitos en fuga

En el mundo de la red, conocemos a grandes personas que se convierten en seres especialmente queridos para nosotros.
Hace ya algunos años conocí a un gran amigo.
A pesar de no conocernos personalmente por la lejanía, nuestra amistad se mantiene a lo largo de casi una década.
Antiguamente yo editaba un blog comunitario en el que participaban varias personas de un grupo de la red y mi amigo Mauri siempre nos obsequiaba con sus valiosos escritos de denuncia y protesta sobre su Chile natal.
Ha tenido a bien regalarme este escrito tan estupendo, que deseo compartir con vosotros.
Me ha prometido mas, espero que sea de vuestro agrado.
Gracias Mauri.

Mapuchitos en fuga.
Los mapuches jamás se rindieron, y no permitieron el paso de los usurpadores más allá del río Bío Bío. Incluso lograron acuerdos, con la Corona ibérica, de respeto mutuo en las relaciones fronterizas.
Milan Mauricio Grušić Ibáñez. Yo también soy mapuche. | República de Ñuñork | 6-9-2010 a las 16:57 | 49 lecturas
www.kaosenlared.net/noticia/mapuchitos-en-fuga
Hermosa niña chilena de etnia mapuche

Provincia imperial, Chile, septiembre de 2010.

La llegada de la etnia mapuche al territorio nacional actual es bastante imprecisa, y aun no se llega a consenso. Lo que si podemos asegurar que llegaron antes que los españoles. Pueblo guerrero, de carácter seminómada, se extendió y desarrolló una lengua, cultura y religión, acompañado de ritos que los llevó a poseer una identidad en común, como para poder llamarla una nación. Desde el Valle del Aconcagua al seno de Reloncaví, e incluso hasta la Isla Grande de Chiloé, se extendía la vida de los pueblos mapuches en lo que la actualidad conocemos como el territorio continental chileno.

La llegada de los españoles católicos, éstos irrumpieron con violencia en el territorio, con consecuencias desastrosas, pues fueron masacrados los mapuche que se encontraban entre la actual capital chilena, Santiago, y el río Bío Bío, al sur. Debido a esto se desataron grandes migraciones hacia el sur del país.

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, los mapuche desarrollaron una heroica resistencia contra el avance invasor, logrando retirar a los conquistadores españoles católicos, hacia el norte del río Bío Bío, estableciéndose así una frontera que dividía el dominio de la corona española católica y el territorio mapuche.

La resistencia indígena no permitió la conquista pretendida. Los mapuches jamás se rindieron, y no permitieron el paso de los usurpadores más allá del río Bío Bío. Incluso lograron acuerdos, con la Corona católica ibérica, de respeto mutuo en las relaciones fronterizas, reconociéndose así el establecimiento de la “nación mapuche”. Este es el primer manifestación de la “nación mapuche” como tal.

Lo que no lograron los españoles católicos, lo consiguió el Estado chileno independiente, y también católico.1860 fue el comienzo de las incursiones militares chilenas, y las migraciones de colonos al territorio mapuche. El gran poder militar, del Estado chilenos católico, logró derrotar, a la mínimamente mal apertrechada nación mapuche;y, en 1883, luego de veintitrés años de batallas, el ejército chileno culminó la ocupación de los territorios mapuche al sur del río Bío Bío.

Fueron decenas de miles de muertos, la economía mapuche destrozada y los pocos sobrevivientes de la masacre fueron confinados a reducciones indígenas (campos de concentración), ocupando aproximadamente un cinco por ciento de su antiguo territorio.

Esto causó un proceso migratorio posterior, provocado por la falta de tierras en las reducciones indígenas.

Entre 1930 y 1940 importantes flujos migratorios partieron a las grandes ciudades en busca de mejores condiciones de vida, aunque sólo consiguieron engrosar los cinturones de miseria de las poblaciones periféricas en las principales ciudades del territorio independiente de Chile, y ya en ese entonces laico.

La reforma agraria de 1960 favoreció a los campesinos mapuches. A principios de los 70, con el apoyo del gobierno del Q:.H:. Compañero Presidente y ciudadano, don Salvador Allende Gossens, se lograron recuperar algunas tierras usurpadas. Este proceso quedó interrumpido con la llegada de la dictadura fascista y militar en 1973. De ahí en adelante la situación para los mapuches se mancilló aún más.

En la dictadura de Pinochet las tierras recuperadas por la reforma agraria fueron devueltas a los grandes latifundistas que las reclamaban, o, entregadas a nuevos empresarios, durante un periodo en que murieron decenas de dirigentes mapuche, perseguidos por la dictadura.

Como en la mayor parte de los países con presencia indígena, los censos oficiales tienden a disminuir a la población originaria. El censo de 1992 arrojó un millón de mapuche, mayores de 14 años, pero por circunstancias inexplicables el censo de 2002 ubicó únicamente a seiscientos cincuenta mil mapuches, es decir, desaparecieron oficialmente trecientos cincuenta mil.

Cifras de organizaciones mapuches señalan, por su parte, que existen aproximadamente millón y medio, de los cuales más de la mitad están en las ciudades (quinientos mil sólo en Santiago, capital de Chile). Los mapuches en las grandes ciudades están creando espacios de resistencia urbanos, y de esta manera se vinculan con la lucha que se da en los territorios usurpados.

Desde la invasión española católica, a la fecha, son millones de mapuches muertos, en un genocidio que ha durado más de cinco siglos, en el territorio conocido por las naciones libres como Chile. Un holocausto ni siquiera comparable con el exterminio en Ruanda, financiado por Caritas Ruanda y el Opus Dei. Una matanza que ya no causa estremecimiento entre la población criolla, ya que, para los mestizos chilenos los mapuches son demasiado morenos, feos, toscos, brutos, ignorantes, ladrones, flujos y fétidos. Muy similar a la visión que tienen los europeos, de los mestizos chilenos.

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó, y proclamó, la Declaración Universal de Derechos Humanos. Tras este acto histórico, la Asamblea pidió a todos los Países Miembros que publicasen el texto de la Declaración y dispusiesen que fuere "distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los territorios". Carta inspirada en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789.

Sinceramente me importa un soberano huevo el problema de los mapuches; su cultura, su idioma, sus ritos y religión, me vale un pepino. Lo que si me indigna es el hecho que individuos, seres humanos, sean constantemente abusados por un Estado indiferente a sus demandas sociales y a su dignidad como seres humanos, libres e iguales.

Una cultura, un idioma, una raíz étnica es suficiente para darse cuenta que han sido, son, y seguirán siendo una Nación, pero no reconocida por los que nos hacemos llamar sus compatriotas; y, que en el mes de septiembre, admitimos, sin vergüenza, que algo de sangre mapuche corre por nuestras venas, ¡chauvinismo decadente!.

El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD), exhortó al Estado de Chile a aplicar las recomendaciones, con especial énfasis en la situación de los pueblos indígenas en el país; y, en especial del pueblo mapuche. En materia de justicia penal, el CERD recomendó a Chile que:

a)revise la Ley Antiterrorista 18.314 y se asegure de que ésta sea únicamente aplicada a los delitos de terrorismo que merezcan ser tratados como tales;

b)se asegure de que la Ley Antiterrorista no sea aplicada a miembros de la comunidad Mapuche por actos de protesta o demanda social;

c)ponga en práctica las recomendaciones formuladas en este sentido por el Comité de Derechos Humanos el 2007, y, por los Relatores especiales sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos indígenas, con motivo de sus visitas a Chile en 2003 y en 2009.

Hoy en el Chile del siglo XXI, la comunidad internacional ve con asombro que poseamos, no sólo presos políticos, sino que además, un sistema represivo digno de la mejor dictadura fascista. Treintaidós ciudadanos chilenos de etnia mapuche, presos políticos, cumplen más de cincuenta días en huelga de hambre en tres penales del sur del país en rechazo a la aplicación de la Ley Antiterrorista, en sus casos; y, al doble juicio, civil y militar, que deben enfrentar, entre otras demandas que apuntan al debido proceso y al trato al interior de las cárceles. La Ley Antiterrorista (antigua norma de seguridad interior del estado), ha sido utilizada por los gobiernos de la Concertación, y en la actualidad por el gobierno derechista de Piñera, para reprimir con fuerza excesiva a los grupos que no están dispuestos a aguantar más el abuso del Estado, y de los poderosos latifundistas, y empresarios, criollos.

Hoy en Chile, aun los civiles podemos ser encausados por la justicia militar, y en el proceso de investigación poder permaneces preso por años sin que se realice un proceso judicial. Por suerte en Chile uno es inocente hasta que se pruebe lo contrario, ¿se imaginan si no fuese así?

El no reconocimiento de una etnia, y su constante exterminio, nos hace pensar en que país vivimos. Un país de mestizos que detestan, con fuerza bestial, a la población indígena, por el hecho de ser diferentes en su color de piel, en su visión política e historia, hasta en su expresión religiosa. Adoramos a los nórdicos, y cuando vamos a sus países nos tratan como basura, pero aun así los queremos con devoción. Hablamos ingles, alemán y francés; más de algún estúpido domina el idioma klingon, vulcano, e incluso élfico y éntico; pero, en nuestra provincia imperial jamás hablaremos el mapudungun (mapusungun), jamás reconoceremos a las poblaciones étnicas que no sean a nuestra imagen y semejanza; a la imagen y semejanza de intolerantes, racistas, fanáticos, ignorantes y tiranos criollos chilenos. Cualquier extranjero diría que los chilenos somos rubios, de ojos azules y altos, además pensarían que por parte baja un chileno habla mas de dos idiomas.

Los mapuches no son un valor a considerar; los mapuches no son seres humanos ante quien compararnos; los mapuches no poseen alma; los mapuches son una lacra de nuestra nación indoeuropea chilena; ¿a quien le importa su existencia o exterminio? Tal vez, si importela existencia de esta nación; tal vez, si importe la existencia de muchas naciones dentro de nuestro territorio; tal vez, si importe el reconocimiento de que todos somos diferentes y hermosos en nuestra individualidad.

No quiero hablar de mapuches, quiero hablar de seres humanos, que están siendo exterminados en Chile. Mis iguales, en libertades y derechos, que son tratados como basura, como criminales, solo animales.

En un Chile del siglo XXI, donde nuestra prosperidad económica, disfrutada por pocos, nos hace sentarnos al lado de países desarrollados, mirándonos de igual a igual. ¿Cómo es posible qué, seamos tan primitivos, intolerantes, y despreciativos de la vida humana?

La lucha del débil contra el poderoso, ya es algo que trasciende las culturas y las épocas. Es la forma de mantenerse vivo, y tratar de producir cambios significativos en nuestras vidas, y en la de otros. El vivir en paz, aun, es una utopia en muchas partes de nuestra diminuta roca estelar. Los irlandeses aun no pueden ser una nación unida, los vascos no logran su independencia, los palestinos no tienen sus tierras, los indígenas con reducidos a su mínima expresión, y, los mapuches continúan su lucha por recuperar la dignidad arrebatada por siglos de invasión, usurpación, opresión y exterminio.

¡Liberté, Egalité et Fraternité! Triada esencial en la mente de un hombre libre. ¡Libertad a los presos políticos en Chile! ¡Libertad a los ciudadanos de etnia mapuche en Chile! ¡Libertad ahora!

Chile, fértil provincia y señalada
en la región antártica famosa,
de remotas naciones respetada
por fuerte, principal y poderosa;
la gente que produce es tan granada,
tan soberbia, gallarda y belicosa,
que no ha sido por rey jamás regida
ni a extranjero dominio sometida.

Canto Primero “La Araucana”, de Alonso de Ercilla.

¡Salud y anarquía, y un porrito cada día!

Por Milán Mauricio Grusic Ibáñez

2 comentarios:

  1. Querida Osane, gracias por darnos a conocer el escrito de tu amigo. Como siempre, sabemos de oidas los problemas de pueblos que son sistemáticamwente exterminados pero los dejamos ahí en el eco de nuestra mente. Es bueno saber cosas reales de primera mano.
    Apoyo ese grito de ¡Libertad!
    Besotes.

    ResponderEliminar
  2. Te cuento que ayer fue la Diada y asistí a un miting y había un representante de esta etnia mapuche, además de otros tantos de Flandes, Edimburgo, EuskalHerria, etc..
    Es muy interesante todo este tema de las culturas y naciones que luchan contra corriente por mantenerse a flote ante la opresión de los poderosos.

    ResponderEliminar