Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

martes, 21 de septiembre de 2010

Felicidades en nuestro Vilcentenario…. Viva Chile mierdaaaaaaa!!!

Como mi querido Milán prometió van llegando sus columnas y me llena de orgullo que me permita publicarlas en este blog y poder compartirlas con todos vosotros.

El "vilcentenario de Chile" coincide con el aniversario de boda de Milán y desde aquí aprovecho para felicitar a su esposa y a él lo que si merece celebrarse EL AMOR.

Un beso mi querido bebé y muchas gracias.

Bandera Chilena pintada sobre el rostro de un niño.

Provincia Imperial, Chile, septiembre de 2010.

Felicidades en nuestro Vilcentenario…. Viva Chile mierdaaaaaaa!!!

Por: Milan Mauricio Grušić Ibáñez. Yo también estoy celebrando.

17 de septiembre de 2010, me dirijo a celebrar mi aniversario de matrimonio. Después de años de no poder hacerlo, por motivos económicos, esa noche nos disponemos a darle un vuelco a nuestra mala suerte. En la mañana del 18, me dieron ganas de gritar ¡viva Chile!, con todas mis fuerzas, que buen polvo….

El 18 de septiembre se conmemora la creación de la Primera Junta de Gobierno, en Chile, paso indispensable para una futura independencia total de la corona española y católica. Gracias a este gesto independentista, Chile se prepara para una larga batalla en contra de los nobles españoles y sus instituciones. También fue largo en proceso de orden interno, ya que, las pugnas de potestades entre los nuevos poderosos criollos, conservaron a Chile en una profunda crisis, de poder, por varios años. Sin dejar de mencionar que los únicos favorecidos con este proceso independentista fueron los ricos terratenientes, pero, en lo mas mínimo existió algo favorable para el resto de los nuevos chilenos, que siguieron siendo siervos de los nuevos patrones criollos.

Desde Estados Unidos (actual Imperio), se nos hace ver que su independencia surgió desde todas las capaz de la sociedad. Hombres libres peleando por su independencia, con diversas actividades como agricultores, comerciantes, profesionistas, militares coloniales, viejos y jóvenes; todos ellos, con un objetivo claro y concreto, liberarse de la tiranía monárquica.

Desde Francia, nos cuentan que no fue tan diferente en su bullada “révolte et la revolución”. Pero con la gran diferencia que fue encabezada por grandes mentes de grandes pensadores. Mi favorito es “El Incorruptible”, Maximilien Robespierre. Un excelente barbero, y terrorífico dictador. Gracias a él, los nobles en el mundo no volvieron a ser lo mismo.

En nuestra actual Provincia del Imperio, Chile, no fue gracias a los hombres libres, o a intelectuales sádicos, el logro de la independencia. Gracias a que los ricos patrones no aguantaron más las humillaciones de los nobles españoles, es que se produce la suerte de independizarse de la corona católica ibérica. El chileno común, y más que corriente, siguió siendo servidumbre de los poderosos. El latifundista que más peones tenía era el que poseía mayor rango en el Ejército Independentista; y su peón, únicamente, sirvió a tu patrón, no a la patria nueva que se forjaba. El peón siguió siendo peón hasta la actualidad.

Entre los años 1925 al 1973, en Chile se originan grandes cambios sociales, que intentaron cambiar al chileno común, de un sujeto de beneficencia a un sujeto de derecho. Gracias a la dictadura militar de Pinochet, todo ese proceso se fue al tacho de la basura, llevándonos al siglo XXI con una gran deuda social impaga. Ricos más ricos y pobres más pobres, trabajadores abusados y sin derechos, leyes sociales de juguete, pueblos originarios casi exterminados, mapuches tratados como delincuentes, y, opresión a quien intente cambiar una situación que ya no da para más.

El 19 de setiembre, en Chile, se conmemoran las Glorias del Ejército. “Ejército vencedor, jamás vencido”. Gran lema para una gran nación, que ha sabido luchar en contra de la tiranía y de la invasión de países extranjeros. Un Ejército que ha sabido defendernos de nuestra propia estupidez.

Lo cierto que ese ejército jamás ha existido, por lo menos no en Chile. Y para comenzar podríamos hacer alusión a la Independencia criolla. Gracias al Ejército Libertador del general José de San Martín, hoy podemos enarbolar una bandera e interpretar un himno nacional. Si no hubiese sido por nuestros hermanos argentinos, hoy aun seguiríamos siendo colonia española. Y, eso nos demuestra que nuestro Ejército, gran Ejército, se dedicó a mantener el “estatus quo” de los nuevos poderosos, y mantener a los peones en su lugar.

En la Gran Guerra de 1879, Guerra del Pacifico, Chile invade territorio peruano, y boliviano, con el fin de proteger soberanía económica extranjera. Si no hubiese sido por la gran ayuda económica, y táctica, de ingleses, franceses y alemanes, dudo que hubiésemos ganado un miserable combate.

En 1881 Chile pierde más de la mitad de su territorio, ¿y donde estaba el Ejército de Chile? Argentina gana un extenso territorio sin disparar una miserable bala. Al parecer a los ingleses no les importó ese conflicto, su único interés fue proteger sus bienes comerciales, y no la ayuda altruista a un país necesitado.

Las demás Glorias del Ejército chilenos, se reducen a un sin fin de aplacamientos de sublevación popular e indígena. La corona española reconocía al pueblo mapuche como una nación, pero los criollos sólo vieron tierras para apoderarse de ellas hasta hoy en día.

El 11 de septiembre de 1891, la sangre del Presidente José Manuel Balmaceda comenzó a regarse por el piso y por nuestra historia. Hecho, doloroso y estremecedor, ha sido una herida abierta en la historia y la conciencia popular de Chile. Balmaceda se va en contra de los intereses económicos, ingleses y criollos, proponiendo un sistema económico nacionalista, cosa que enfureció a los poderosos, y llevó al Ejército de Chile a tomar posiciones a favor de sus legítimos patrones.

21 de diciembre de 1907, obreros salitreros fueron exterminados, junto a sus familias, por el sólo hecho de exigir dignidad en sus trabajos, no ser tratados como animales, ser vistos como seres humanos. El general Roberto Silva Renard, comandando las unidades militares bajo instrucciones del Ministro del Interior Rafael Sotomayor Gaete, ordenó reprimir las protestas, matando a los trabajadores, junto con sus familias, que alojaban en la escuelita Santa María en la ciudad de Iquique, y dando un trato especialmente duro a los sobrevivientes. Habrían sido asesinados entre 2.200 y 3.600 personas, donde se estima que un alto número, no determinado, eran peruanos y bolivianos quienes a pesar del llamado de sus cónsules se negaron a abandonar el movimiento. Esos si son mis, hermano peruanos y bolivianos.

Entre 1927 y 1931 asume como dictador el general Carlos Ibáñez del Campo, mi querido tío bisabuelo. Gobernó cuatro años, ejerciendo una férrea dictadura, la que era, sin embargo, más de origen populista, por considerarlo un regenerador del país y su lucha contra la antes todopoderosa oligarquía, antes que militar. En su segundo gobierno no se puede negar que fue favorable para el crecimiento del Estado, y trasformar a éste en un Estado emprendedor, creador de empresas; y, entregar a los trabajadores del Estado mayor dignidad que en el área privada. Un nacional socialista interesante.

4 de junio de 1932, se inicio la Primer República Socialista de Chile, por primera, y única vez, hay militares que piensan en el pueblo, y no en extranjeros intereses. No puedo dejar de mencionar al comodoro del aire Marmaduque Grove, Comandante en Jefe del Ejército y Ministro del Interior, olvidado por la historia oficial criolla. A nadie le conviene ver a un militar al lado del pueblo.

De aquí nos saltamos a otro 11 de septiembre, pero de 1973. Donde el Glorioso Ejército Vencedor, Jamás Vencido, decide irse contra la constitución chilena, sus autoridades electas democráticamente y su Congreso.

Chile, gracias a la nacionalización del cobre, la profundización de la reforma agraria, la verdadera igualdad de oportunidades para todo chileno; y, la Segunda República Socialista de Chile, ganada en democracia, nos estaban llevando a un nivel de sociedad jamás vista en el mundo. La triada revolucionaria francesa, liberté, d'égalité et de fraternité, se hacia una realidad en Chile. El sueño ofendió a muchos poderosos Yankees, y latifundistas criollos, que hicieron mano de sus peones armados, para desencadenas una de las más horripilantes dictaduras militares en Chile. Guerra, muerte, peste y enfermedad se asomaron por diecisiete años en nuestra querida nación chilena.

Perdimos derechos, perdimos tierras ancestrales, perdimos dignidad, perdimos confianza, perdimos amigos, perdimos seres amados, perdimos el deseo de amar a nuestra patria, “das vaterland”.

Nuestra tradición militar prusiana se sustenta por el hecho de ser eficaz, contra su propio pueblo. Los que alimentamos a esa suerte de parásito, nos vemos en la necesidad de preguntarnos, ¿para que los visto, cuido y alimento, si en cualquier momento terminaran obedeciendo al señor patrón, extranjero o criollo?

Hoy somos una provincia pequeña, perteneciente al Gran Imperio Yankee. Comemos lo mismo que ellos, vestimos iguales, deseamos sus sueños, queremos hablar ingles, los ayudamos en sus guerras y besamos sus calzados azabachados. Deseamos que nuestras mujeres sean rubias y tetonas, deseamos ser rubios, deseamos ser diferentes a nuestros hermanos latinoamericanos. No somos hostiles ante el empresario extranjero, ni siquiera somos hostiles con nuestros patrones criollos. Somos un país sometido por el poder extranjero, y nuestro Ejército se encarga de mantenernos en línea, firmen y sonrientes, ante la mirada de un orgulloso latifundista de cabellos rubios, teñidos, y de ojos azules, de contacto. Sin viviendas dignas, sin salud digna, sin educación digna, sin salarios dignos, sin sindicatos, es la mejor manera de mantenernos en el lugar que nos corresponde, el lugar de un peón obediente y sonriente. ´igame patrunsitu, pa que le pueo selvil le….

Mis agradecimientos a nuestro Ejército de Chile, por darnos a entender, qué es lo mejor para nosotros, gracias por tratarnos como niños y no dejar que las “ideas” prosperen en nuestra provincia, gracias por mantenernos con la cabeza gacha ante el señor patrón, gracias por ser lo que son…..

Los grandes guerreros del poema épico “La Araucana” de Alonso de Ercilla, son mapuches, pueblo originario que hasta hoy sigue luchando por su dignidad. Arauco vencedor, jamás vencido.

Lastima que en Chile no se conmemore el día de las “Glorias del Pueblo Mapuche”.

Se darán cuenta del por qué de mi alegría, por nuestro Vilcentenario. Puta que güen polvo…..

¡Salud y anarquía, y un porrito cada día!




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6 comentarios:

  1. Vil centenario, alegria, fiesta y derroche de patriotismo llena las calles de la america liberada del yugo español. 200 años de libertad. Pan y circo es lo que le gusta al pueblo. El pueblo no piensa. El pueblo no tiene memoria. Al pueblo solo le gusta la fiesta.

    Es el mundo que ahn creado para nosotros...lamentablemente...el que piense lo contrario...nunca estara acorde al siglo 21.

    un abrazo

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  2. Tauro....
    Lamentablemente ese mal nos aqueja a muchos paises, el mío no se queda atrás.
    Somos el país de la pandereta, del olé. El país donde se sienta en el banquillo a un juez que remueve malas conciencias, donde se asocia la abolición del maltrato animal con una independencia....
    Pan y circo y aquí no pasa nada.
    Un beso.

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  3. Sakk..

    Mauri seguro te lo agradece, anda por aquí y yo por venir siempre y dejarme robarte la canción jeje.
    Un besito.

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  4. Noche...
    Como dice Mauri:

    Viva Chile..... mierdaaaa!!!!

    Un beso.

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