La noche ha vuelto a ganarme la partida. Dejé de sentir sobre mi el paso de los minutos y de las horas.
Sin darme cuenta, he vuelto a sonreír y un vistazo al reloj me ha bajado de la nube.
Me despido con premura, pues esta sonrisa mía deja de ser por tiempos para convertirse en constante.
Cierro los ojos sobre mi almohada pero sigo sonriendo, que miedo.
Como se dice al mal tiempo, buena cara, y tambien.... a las esperanzas.
ResponderEliminarAsí es Chaly, estamos en un camino constante, donde se deja camino atrás pero vemos ante nosotros mucho para caminar. Ojalá nos sea propicio el clima y no tengamos que aguantar nuevas tormentas. Gracias por tu comentario. Un beso
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