Pues no fue el de ayer el último amanecer que contemplamos junto a la playa. Esto es un regalo que la naturaleza nos brinda cada mañana,espectáculo que nos hace guardar silencio en la admiración. Todo pasa a un segundo plano frente a estas vistas No tiene precio ver en directo estas imágenes, taza de café en mano y de fondo una musiquita suave.
Ver como emerge el sol del mar y en pocos minutos sube al cielo, hace que los espíritus se eleven y las emociones se adueñen de nosotros.
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