Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

viernes, 15 de noviembre de 2013

El nido



Cada día más escucho los pensamientos de  mi corazón.  Soy mas consciente de que mi intuición rara vez se equivoca.  Observo señales que tiempo atrás ni hubiera  advertido.
Hoy me asomé a la ventana, y en la copa del árbol que hay frente a ella descubrí este nido.
Me he sentido contenta al verlo, es como  que toda la mala suerte  que empezó en enero se va a disipar.
Ha tenido que llegar el otoño y despojar al árbol de sus hojas para poder contemplarse este nido, que aunque vacío es para mi un símbolo de vida y de renacimiento. Un privilegio que unos pájaros elijan estar tan cerca de mi ventana para incubar sus huevos.
Quizás he estado ciega y  necesitaba desprenderme de todo para poder empezar de nuevo, al igual que no pude ver el nido hasta que ha llegado el otoño.
Ojalá se pudiera borrar todo lo desagradable de un plumazo y poder seguir viviendo sin cicatrices. Borrar nuestra memoria y caminar un camino sin recelos, sin desconfianzas.
Se lo que me espera. Se que voy a estar contemplando ese nido vacío,  esperando descubrir huevos en él, pero solo hay un invierno hasta llegar la primavera.
Seguramente tardarán un tiempo, pero estoy segura de que tarde o temprano los pájaros regresarán al nido y todo alrededor se transformará en  primavera.


                                                                     

Puedo, puedo llenarte de besos
Puedo bajarte hasta el cielo
Si tú me lo pides
Puedo, hacerte ver lo invisible
Que puedas creer lo increíble
Si tú me lo pides

Puedo, sanar tus heridas
Cruzar tus recuerdos toditos mis días
Si tú me lo pides



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